“La reconstrucción ha sido una oportunidad para crecer”

24 Agosto 2012

Tras dos años de labor, se dio por finalizada la Vicerrectoría de Reconstrucción, que estuvo a cargo del profesor Carlos Torres desde 2010, y fue creada para recuperar los daños en infraestructura que el terremoto dejó en nuestra Casa de Estudios.

El proceso avanzó a paso firme en el Campus Talca con la edificación simultánea de nuevas estructuras que son un ejemplo de funcionalidad de espacios, seguridad y eficiencia energética.

Precisamente la simultaneidad de frentes a abordar, hizo que la tarea fuera más compleja, explicó Torres, quien recientemente asumió como vicerrector de Innovación, Desarrollo y Transferencia Tecnológica.

“Para la Universidad la reconstrucción ha sido más bien una oportunidad para crecer en cantidad y calidad de infraestructura, que sin duda nos deja en una posición privilegiada dentro del nuevo y complejo escenario de la educación superior”, afirmó el ex vicerrector de Reconstrucción.

Múltiples Proyectos

El edificio más simbólico de la reconstrucción en el Campus Talca es la Biblioteca Central —el principal centro de recursos para el aprendizaje y la investigación— que es erigido en su fase final frente a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. El moderno edificio de 2900 m2 significa una inversión de 1862 millones de pesos, con 700m2 más que la anterior biblioteca que resultó destruida con el cataclismo.

En tanto, el edificio del Instituto de Biología Vegetal y Biotecnología –que tuvo colapsos severos del tercer piso y daños en el segundo nivel- avanza en la restauración de sus 2.021 m2 que albergan laboratorios de docencia, de investigación y oficinas. Las obras involucran una inversión total de 666 millones de pesos (376 millones de fondos concursables del Mineduc, 199 millones en donaciones y el resto inversión institucional).

Completamente restauradas y con mejores estándares de seguridad y comodidad están las 14 salas para 800 alumnos del edificio Prosperidad y los 2354 m2 de la Escuela de Arquitectura.

Mientras que una obra nueva, impulsada en el proceso de reconstrucción, es el Centro de Simulación Clínica, a punto de ser inaugurado. Sus 1220 m2 fueron construidos junto a la Escuela de Medicina. Está destinado a más de 800 alumnos de pregrado de cinco carreras, académicos e investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud. La inversión fue de 627 millones de pesos.

Tiempo, costo y calidad ¿Cuál es el balance de los múltiples proyectos del proceso de reconstrucción?
“Son innumerables las actividades que se llevaron a cabo dentro del proceso de reconstrucción. El desafío fue importante desde el punto de vista de la gestión de proyectos. Por un lado, existe una relación directa entre tiempo, costo, calidad y alcance. Es decir, un cambio en el tiempo significa necesariamente afectar el costo o la calidad o el alcance. En primera instancia la valorización de daños materiales se estimó por el orden de 4 mil millones de pesos. Se fijó un período de dos años y el alcance se limitó a la reconstrucción de los edificios dañados. Más aún se fijaron tempranamente estándares de calidad muy superiores a los existentes y regulados por la norma en materia de seguridad, confort y eficiencia energética. Y el alcance cubrió más allá de la misma reconstrucción, impulsando importantes proyectos de infraestructura institucional como es el Campus Linares, un nuevo edificio de aulas, la ampliación del Campus Deportivo, un nuevo edificio para el campus Curicó, entre otros”.

Desarrollo simultáneo

¿La ejecución de múltiples proyectos fue la principal dificultad del proceso?
“La simultaneidad de tareas hace que no haya una ruta crítica, sino que sean múltiples, lo que se conoce como cadena crítica. Esto significa que las actividades de un proyecto afectan a los otros y, consecuentemente, al conjunto. Aquí se trató de más de 50 proyectos de distinta envergadura, y gran parte se desarrolló en forma simultánea”.

“Gracias a la gestión oportuna de recursos concursables y donaciones se logró apalancar alrededor de 2 mil millones de pesos, lo que permitió aumentar el alcance del proceso de reconstrucción y desarrollo de infraestructura. También se trabajó en el diseño de 12 obras mayores como el nuevo edificio de Curicó, el Campus Linares, el campus deportivo, y anteproyectos de un nuevo gimnasio, un edificio para actividades de alta tecnología, el Espacio Bicentenario, el Centro de Psicología Aplicada. Se rediseñó bajo nuevos estándares el Teatro Abate Molina y otros tantos edificios menores y remodelaciones”.

La reconstrucción permitió mejorar la infraestructura ya existente…
“Efectivamente, no sólo se reconstruyó lo existente sino que donde fue posible además se llevaron a cabo obras de reforzamiento estructural, se incorporaron nuevos elementos estructurales y se ampliaron los existentes por sobre la norma vigente, de tal forma de incrementar la seguridad de las edificaciones. A la fecha gran parte de la infraestructura se encuentra totalmente habilitada, restando que terminen las obras del edificio Biblioteca, Servicios Estudiantiles y el Instituto de Biología Vegetal y Biotecnología”.

Vicerrectoría de Innovación

¿Cómo visualiza la Innovación, en el contexto de su nuevo cargo como vicerrector de Innovación, Desarrollo y Transferencia Tecnológica?
“La innovación dentro del contexto de la Universidad la entiendo de dos formas. Una es la Universidad como actor que por sí mismo innova en productos, procesos y organización, lo cual la hace más competitiva. Es decir, aumenta el nivel de producción de estudiantes titulados, productos científicos divulgados, el stock de propiedad intelectual e industrial, entre otros; por sobre el aumento de los recursos. Esto ha sido una fortaleza de la Institución, pioneros en planificación estratégica, sistemas computacionales, rediseño curricular, nuevas carreras. Otra forma de entender el rol de la Universidad en este contexto es considerarla como promotora del emprendimiento e innovación en actores externos”.

¿Cómo impulsará la gestión de la Innovación?
“La gestión de innovación dentro de la Institución debe ser sistematizada. Las actividades y flujo de información se administran para crear estrategias de innovación, reforzar los factores o facilitadores de la misma y la gestión del proceso propio, desde la formulación de ideas hasta las implementaciones. Uno de los facilitadores sin duda es el uso de Tecnologías de Información y Comunicación, por lo que el rol de la DTI aquí es clave”.

¿Qué acciones considera para promover la innovación dentro del contexto regional y nacional?
“En este ámbito el rol de la Dirección de Transferencia Tecnológica y los Centros Tecnológicos ha sido fundamental, mas existe un alto potencial por explotar. Aún se tiene un stock de conocimiento susceptible de ser transformado en innovaciones, en donde la prospección tecnológica, protección intelectual e industrial, el desarrollo en conjunto con la industria, comercialización y posterior licenciamiento, son actividades fundamentales a impulsar en el próximo tiempo. Uno de nuestros focos será introducir actividades en otros niveles: académicos, estudiantes de pregrado y postgrado, y tal vez, en alumnos secundarios a través del Programa Vincularse 25 Plus”.

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