La temprana lucha contra los “kilos de más”

15 Mayo 2012

Malos, preocupantes, alarmantes. Los especialistas no escatimaron calificativos para referirse a los resultados del último Simce de Educación Física que reveló que cuatro de cada diez escolares chilenos presenta sobrepeso u obesidad, mientras que dos de cada diez evidencia riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares o cardiorrespiratorias.

La medición, aplicada en noviembre del año pasado a octavos básico de todo el país, reabrió el debate en torno a la calidad de los alimentos que consumen y los cada vez menores niveles de actividad física que realizan los niños.

El diagnóstico en el Maule tampoco es de los mejores: un estudio realizado entre primeros básicos por la Junaeb reveló que el 75% de los establecimientos son calificados en “condición de obesidad”.

“Casi 1 de cada 4 niños presentan situación de obesidad en nuestra región”, dijo el Secretario Regional Ministerial (Seremi) de Salud del Maule, Hans Lungenstrass.

La realidad tras las cifras es aún más inquietante, porque esos kilos de más arrastran múltiples secuelas. “Son un factor de riesgo para el desarrollo de muchas enfermedades, por ejemplo, cardiovasculares -que representan la primera causa de muerte en Chile-, osteoarticulares, cáncer de colon, de recto, síndrome metabólico y la diabetes”, explicó la Directora del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca, Loreto Núñez.

Al riesgo biológico, la especialista sumó otro menos reconocido pero igualmente relevante. “Provoca un impacto emocional relacionado con el ser distinto, enfrentar que los molestan sus pares, no poder hacer actividades físicas como el resto de sus compañeros, en fin, de alguna manera son discriminados”, planteó.

METAS

El seremi Hans Lungenstrass precisó que las políticas públicas están enfocadas a tres ámbitos, siendo el primero el desarrollo de hábitos y estilos de vida saludables. “Esto tiene como meta tratar de disminuir la prevalencia de obesidad y sobrepeso en 10% hacia el año 2020 y la meta de sedentarismo, que es lograr que la población aumente en un 30% la cantidad de deporte y actividad física que realiza”, expuso.

“La idea es hacer actividades que se mantengan en el tiempo con el fin de que crear un cambio cultural y por eso es que nuestra meta es hacia el 2020 y no hacia el 2013”, puntualizó.

En segundo lugar mencionó el programa “Elije Vivir Sano”, impulsado por la esposa del Presidente, Cecilia Morel, mientras que, como tercero, apuntó a la promoción de salud por medio de los planes comunales.

“Estos últimos permiten entregar recursos para que los municipios desarrollen proyectos asociados a cambios culturales lo que pasa por recuperar espacios y transformarlos en lugares saludables que es lo que hemos visto durante el año pasado con la creación de las plazas activas que permiten desarrollar actividad física”, detalló.

En este contexto, el Director Comunal de Educación de la Municipalidad de Talca, Carlos Montero, dijo que están desarrollando un programa de control de obesidad en los establecimientos educaciones que muestran los índices más elevados.

“Desafortunadamente, involucra un universo muy pequeño de alumnos. Lo que tenemos que hacer ahora es ojala ampliar este programa y tener una muestra más significativa de si está produciendo un efecto favorable. Otro tema apunta a generar una conducta de alimentación saludable en los recintos”, planteó.

En esa línea, sostuvo que “de los 10 mil alumnos que componen el sistema municipal, debiéramos llegar por lo menos, ojala a un 5% o un 10%. No tenemos capacidad para más por el momento, por este año”.

CHATARRA

Tras años de tramitación parlamentaria, a inicios de mayo quedó lista para ser promulgada la denominada “Ley Súper 8”, que obligará a las empresas a rotular los alimentos altos en calorías, grasas, azúcar y sal, prohibiendo, además, su venta y publicidad en establecimientos educacionales, excepto en los de educación superior.

Si bien la doctora Loreto Núñez indicó que el acceso a la información es un factor relevante en el combate a la obesidad, aún más clave es realizar campañas educativas que sean comprendidas e internalizadas por el grueso de la población.

“Se trabaja con educar a la población, pero estos mensajes no son recibidos ni utilizados de igual manera porque hay gente mejor preparada y otra que no lo está. Entonces esas campañas son mas efectivas en las personas que tienen más capital social para entender y utilizar la información en su beneficio”, aseveró.

“Debe haber acciones sostenidas en el tiempo que afecten a toda la población porque un niño no debería estar expuesto a poder comprar comida con exceso de sal o grasa porque no tiene los elementos para poder decir esto me hace bien o mal. Además, deben promoverse los espacios seguros para la realización de actividades físicas”, abundó.

Para la doctora, no es necesario esperar que se promulgue la Ley para tomar medidas. “Por ejemplo, en Australia sólo pueden llevar agua, frutas y verduras al colegio, no pueden comer nada mas dentro del recinto y esa voluntad no la tenemos acá”, graficó.

Por ahora, algunos pasos se están dando en esa dirección. “En algunos establecimientos municipales se prohibió la venta de frituras y comida chatarra, se ofrece frutas y lácteos y como obligación tienen que estar puestas para la venta a primera vista”, indicó Carlos Montero.

Añadió que también se está trabajando por restringir lo que ocurre en el entorno de los recintos, ya que muchos niños compran golosinas a la entrada o salida de la escuela. “Este año deberíamos lograr una ordenanza municipal que prohibiese la instalación de kioscos que venden estos productos a la entrada o salida de las escuelas de la comuna”.

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