Las abejas en Chile no están amenazadas

6 Junio 2013

La calidad de la fruta chilena, reconocida y valorada en gran parte del mundo, tiene un aliado silencioso: las abejas.

Sin embargo, desde hace un tiempo circulan diversas versiones que apuntan a que este invaluable aliado podría estar en peligro de desaparecer. De hecho en los últimos años en algunos países del hemisferio norte se ha detectado una disminución de estos insectos, situación que de acuerdo a algunos estudios internacionales, podría generar un “colapso en materia alimenticia” para la humanidad debido a que se trata de una especie fundamental para el proceso de polinización.

Según el especialista de la Universidad de Talca, Eduardo Fuentes, por el momento en Chile la existencia de esta valiosa especie no se encuentra amenazada.

“Las abejas en nuestro país no están experimentando problemas graves como en otros lugares. El problema del colapso de las colonias es producido por varios factores entre los que se destacan parásitos y enfermedades propias de la especie, pérdida de hábitats naturales que le brindan una buena nutrición a las colonias y el efecto de los plaguicidas en la agricultura”, indicó.

PLAGUICIDAS

De acuerdo a informes emanados desde Rusia, una de las principales razones en la muerte de las colonias de abejas se producen por plaguicidas neonicotinoides, un tipo de pesticida usado en Chile desde hace 10 años, pero que de acuerdo al profesor Fuentes, no ha provocado problemas en las plantaciones nacionales.

“El uso de estos productos siguiendo sus recomendaciones de aplicación no debería producir efectos adversos sobre las abejas a nivel del campo”, informó el experto.

En Chile, estos plaguicidas se aplican en el tratamiento de semillas y en diversos cultivos, entonces la recomendación –según Fuentes- es que se utilicen adecuadamente observando por ejemplo si existen colonias de abejas cercanas y no usarlos sobre las flores de los árboles.

De todas maneras indicó que hay estudios que señalan que este tipo de pesticidas pueden tener un efecto de corto plazo, pero no matan a las abejas.

“Las abejas recolectoras de alimentos tienen mayores problemas para «memorizar» su camino entre las colonias y las flores, sin embargo, no está claro si este efecto es de una magnitud que pueda producir la declinación y colapso de una colonia completa en el transcurso de la temporada”, explicó.

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