Las ciencias de la tierra al servicio de una decisión inteligente

30 Junio 2011

Carlos Mena se apronta a viajar al extranjero. En Francia participará en un encuentro internacional en el que expondrá sobre los proyectos que ejecuta el Centro de Geomática (CENGEO) de la Universidad de Talca, del cual es el director.

Desde el edificio donde se alojan los laboratorios y oficinas del centro, en el Campus Talca, se puede ver en medio del prado un monolito georreferenciado con coordenadas geográficas exactas, que sirve de punto de partida para las mediciones cartográficas internacionales.

Mena observa de reojo al fotógrafo y se acomoda para esquivarlo. Concentrado, comienza a repasar cinco años del Centro, creado con el fin de habilitar nuevas competencias para profesionales que egresan de nuestra Casa de Estudios y desarrollar proyectos de investigación científica en este ámbito.

Un período de crecimiento y nuevas iniciativas, entre las que destaca el catastro a la industria vitivinícola del Maule y la participación en la puesta en órbita del nuevo satélite de nuestro país.

“(La geomática) permite tomar mejores decisiones para implementar políticas públicas acertadas”, dice Mena, de entrada.

“Hoy en día, partiendo por los municipios, es básico mantener una buena cartografía, fidedigna y actualizada, para prevención de los riesgos. Por ejemplo, en el borde costero, con una cartografía actualizada, de última generación, se habría podido saber con certeza qué casas iban a ser afectadas por el tsunami, o cuales sufrirán una inundación en periodo de lluvias”, agrega el académico.

La propia experiencia del CENGEO da cuenta de eso. En alianza con la Fuerza Aérea se trabajó en el apoyo a la reconstrucción de la comuna de Lolol, en la Región de O’Higgins, con un levantamiento de un Sistema de Información Geográfico.

“En base a eso podemos trabajar para una buena gestión, una buena planificación del territorio, considerando aspectos como el tipo suelo, capacidad de uso, curvas de nivel, caminos, cursos de agua. Integrados a un SIG, se pueden ver todos los modelos digitales del terreno: catastro de viviendas, inundaciones, caminos”, explica.

Satélite chileno

Una de las ambiciones de nuestro país es la puesta en órbita de un nuevo satélite, que proporcionará imágenes de alta resolución para diversos fines, que será construido por el consorcio europeo EADS Astrium, con una inversión de 72 millones de dólares. Nuestra Universidad participa en el grupo asesor del Gobierno para la adquisición y operación del instrumento.

El aparato permitirá obtener imágenes de una resolución de 1,45 metros para blanco y negro, y de 5,8 para color. Un automóvil se podrá ver nítidamente, pero no su patente. El SSOT -que hará una revisita cada tres días por un mismo lugar- es el primer satélite de gran envergadura (130 kilos), pues los anteriores Fasat Alfa (1995) y Bravo (1998) eran microsatélites.

“A partir de marzo de 2012, tendremos nuestras propias imágenes satelitales. Servirá para realizar trabajos de modelación, simulación cartográfica de ciudades, de zonas agrícolas, forestales. El volumen de la información será tal, que la idea es que se diversifique el acceso a ministerios y, principalmente, a las universidades”, dice el director de Geomática.

El CENGEO participa en la evaluación del uso que se le dará al abundante material científico que generará el satélite, tarea que estará a cargo de Mena, quien además es asesor de la Agencia Chilena del Espacio y preside la Sociedad de Geomática de Chile.

“Normalmente estoy asistiendo a reuniones periódicas, para aportar en la decisión sobre qué se va a hacer con las imágenes. Hoy en día está en manos de la Fuerza Aérea, con quienes tenemos contacto directo, a través del Servicio Aerofotogramétrico (SAF) de la FACH”, señala.

“El satélite chileno proporcionará gran cantidad de información que deberá ser administrada y procesada, lo que obliga a realizar un gran esfuerzo de coordinación entre todos los actores de la Geomática a nivel nacional”, reflexiona el académico.

Cartografía digital del viñedo chileno

Cartografía Digital del Viñedo Chileno en la Región del Maule, es un proyecto pionero a nivel nacional que permitirá generar un sistema integrado de control y gestión para el sector vitivinícola, que permitirá la elaboración de plataforma digital con la ubicación de las plantaciones vitícolas, además de información técnica.

“El proyecto es único, emblemático en Latinoamérica. Se encuestó a cada uno de los productores, se hicieron talleres, cursos de especialización, un seminario internacional. Contempló el estudio de cultivos desde una hectárea hacia arriba, con imágenes satelitales de 2,5 metros de resolución. En total fueron 42 mil hectáreas catastradas. Incluimos las variables en distintas capas de información, de riego, tipo de suelo, bodega, vivero, orientación de la hilera, variedad”, detalla Mena.

La iniciativa, desarrollada en conjunto con el Centro Tecnológico de la Vid y el Vino, fue expuesta por Carlos Mena en la Universidad de Purpán, en Francia, donde realizó una visita técnica entre el 26 de junio y el 2 de julio. La visita contempló, además, una reunión con académicos de la Universidad de Tolouse, con el fin de estrechar lazos de cooperación científica y tecnológica entre universidades.

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