Las redes sociales y el estudiante 2.0

19 Junio 2012

Casi el 40 por ciento de los usuarios de internet en nuestro país lo constituyen jóvenes de entre 15 y 24 años de edad según la consultora ComScore. Mientras que cifras de Facebook, indican que Chile es la tercera nación del mundo con mayor penetración en esta red social con nueve millones de usuarios. Es decir, casi un 95% de los alumnos de educación superior posee una cuenta en Facebook.

En base a esta realidad, académicos coinciden que las redes sociales como Twitter o Facebook constituyen herramientas de aprendizaje que permiten mejorar y equilibrar las competencias de los estudiantes.

Compartir libros, archivos pdf, videos, anunciar fechas de eventos y exámenes, tener clases vía streaming, conformar una comunidad virtual para “seguir” profesores, expertos o compañeros de estudios, responder preguntas, dejar tareas.

Estas son algunas de las utilidades que en favor del aprendizaje pueden brindar dichas tecnologías de la información que han registrado una explosiva aceptación especialmente entre los más jóvenes. Por esta razón, establecimientos de educación las incorporan progresivamente como estrategia institucional.

COMUNIDADES EDUCATIVAS

La secretaria regional ministerial de Educación (seremi), María Luisa Collarte, explica que las redes sociales (Twitter, Facebook, Youtube, los chat), conforman una manera de comunicación abierta de personas o grupos constituidos por intereses comunes, quienes en forma voluntaria las integran. Agrega que estas tecnologías tienen un enorme potencial como comunidades de aprendizajes, constituyéndose en instancias valiosas cuando están bien encauzadas.

“Al igual que todo lo que se transmite en internet, lo que se comunica no es necesariamente verdadero o falso, quedando en manos del usuario el definir aquello. En ocasiones existe información distorsionada o sesgada que eventualmente puede perjudicar a determinadas personas. De igual modo hay información valiosa que viene a satisfacer una necesidad del usuario”, afirma la autoridad regional del Ministerio de Educación.

Señala que el potencial más relevante de las redes, es la formación de “Comunidades Educativas” que tengan alguien que cumpla el rol de líder plenamente aceptado por los participantes.

EXITOSAS EXPERIENCIAS

César López, director del Liceo Abate Molina de Talca, asegura su comunidad educativa ha tenido exitosas experiencias en la utilización de las redes sociales con fines pedagógicos.

“Dentro de la innovación que uno pretende incorporar a los procesos formativos, las formas de aprender
han ido cambiando y dentro de esas innovaciones está el uso de las redes sociales. Nos permiten una comunicación rápida, directa y una interacción dentro de los distintos actores de los procesos educativos. Acá a nivel de liceo el uso de las redes sociales se manifiesta a través del intercambio que hay entre profesores y alumnos, entre alumnos e incluso con los apoderados hay intercambio de información”, afirma el docente de ese establecimiento de reconocida excelencia académica.

Añade que si bien todos los procesos son dignos de ser revaluados, las redes les sirven para recibir opiniones de alumnos y principalmente entregarles conocimientos.

Relata que tras el terremoto de febrero de 2010, cuando el liceo perdió casi el 50 por ciento de su antigua infraestructura, esas plataformas sociales se transformaron en una herramienta fundamental. La comunidad educativa mantuvo contacto con sus diferentes estamentos, permaneciendo al tanto de lo ocurrido.

“Quisimos dar una señal a todos que nuestro liceo seguiría trabajando, pese al colapso estructural.

Y que no obstante los problemas derivados del terremoto, íbamos a seguir funcionando. Y citamos esa vez a una reunión de apoderados a través de las redes sociales y nuestra página institucional sirvió de medio de comunicación. A todos les hicimos presente que el liceo seguiría funcionando, y así ocurrió”, dice emocionado el profesor César López.

Explica que durante 2011, durante el proceso de ‘tomas estudiantiles’, las plataformas sociales fueron el elemento más fidedigno y efectivo usado para contactar a padres, apoderados y alumnos sobre lo que acontecía.

“Nuestros cursos estuvieron trabajando buena parte de ese periodo a través de guías, que los alumnos realizaban en sus casas, las devolvían por la redes sociales, otros las traían personalmente y los profesores las revisaban”, sostiene el docente.

Los académicos del liceo Abate Molina —que funciona en medio del actual proceso de reconstrucción— manifiestan que continuarán utilizando las redes y potenciarán su utilidad en la gestión educativa, ya que lograron “mantener funcionando el establecimiento virtualmente” tras el 27-F y durante las tomas estudiantiles. El recinto además está “iluminado” con wi-fi en todas sus dependencias.

RELACIÓN ALUMNO-PROFESOR

Una visión diferente, pero complementaria, expresa el rector del Colegio Concepción de Talca, Héctor Navarrete, quien estima que la relación docente-alumno “difícilmente va a ser remplazada por la tecnología”, ya que la comunicación directa es imprescindible en la enseñanza.

“Creo que la diferencia que va a existir siempre entre la educación, es que las redes sociales nunca van a poder reemplazar la relación alumno-profesor. Por eso va a ser muy difícil ir incorporando las prácticas que se ven en Twiter o Facebook a la relación entre docentes y estudiantes. Si hay algún docente que lo hace, no me negaría, siempre que genere las condiciones y reglas claras para que no se produzcan vicios. Esto en términos del vocabulario que se utiliza, del respeto con la otra persona”, explica el profesor Navarrete.

Admite que las redes se están transformando “en un poder absoluto en las comunicaciones en nuestro país”.

Insiste que los procesos comunicativos en espacios académicos requieren formalidad y el uso de estas tecnologías necesita dichas condiciones culturales. “Sería fácil decir contactémonos con los profesores para alojar informaciones, pero se corren riesgos. Nosotros trabajamos con niños y adolescentes y cuando me refiero al tema de generar condiciones culturales me refiero que todavía los jóvenes no están conscientes del poder que tienen estas herramientas (…) Si entre adultos se hace mal uso de las redes, ¿qué podemos esperar de los adolecentes?”, expresó.

No obstante, Navarrete valoró que los alumnos puedan aprender a expresar su opinión a través de estas plataformas digitales masivas.

En tanto, el vicerrector de Desarrollo Estudiantil de la Universidad de Talca, Sergio Matus, manifestó que el trabajo académico en las aulas de esa casa de estudios, se complementa con todos los medios disponibles para difundir la información.

“Las redes sociales son una útil herramienta de aprendizaje colectivo, de masificación de la información. Las opiniones están disponibles en las redes desde el mismo autor sin interpretación (…) Nos damos cuenta que ocupar las redes sociales es útil para llegar a nuestros estudiantes. Nosotros aprendimos a comunicarnos con ellos”, sostiene la autoridad universitaria.

BENEFICIOS Y DESVENTAJAS

La seremi de Educación del Maule, María Luisa Collarte, explica que las redes tienen la enorme ventaja de instantaneidad informativa en el ámbito público y privado. Principalmente en el empoderamiento del ciudadano en cuanto a sus derechos, deberes y difusión de temas de interés.

“La desventaja más relevante es el riesgo para los niños y jóvenes menores de edad, quienes pueden ser inducidos a adoptar determinados modelos ideológicos que no dicen relación con la realidad. En otras ocasiones pueden ser objeto de persecución (bullying). De igual modo existe el riesgo que ante personas con falta de madurez o criterio formado puedan eventualmente verse perjudicados o agredidos o engañados”, afirma la autoridad educacional.

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