Los secretos que aún guarda nuestro bosque nativo

10 Junio 2011

Podemos tener las mejores leyes, pero hay que buscar la forma de que esa normativa garantice la calidad de vida de las personas que dependen, por un asunto de sobrevivencia, del bosque nativo. Esa fue una de las reflexiones con las que el encargado regional del Programa de Bosque Nativo de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), Mauricio Aguilera, cerró la charla ofrecida la semana pasada ante docentes y alumnos de pregrado y posgrado de la Facultad de Ciencias Forestales de nuestra Casa de Estudios, organizada por el Grupo de Acción Forestal de la Universidad de Talca (GAF), en conjunto con el Colegio de Ingenieros Forestales del Maule.

Entre otros aspectos relevantes, el representante de CONAF destacó que la normativa ha significado -desde su promulgación, hace tres años-, incorporar a nuevos actores, especificar con mayor claridad regulaciones y prohibiciones y promover actividades destinadas a la aplicación de proyectos de manejo para la preservación y protección de las especies.

Aguilera resaltó especialmente que la realidad del bosque nativo, particularmente en la Región del Maule, representa una gran oportunidad para la academia.

“La ley contempla fondos de investigación y la Universidad de Talca puede postular y ganar algún proyecto. Tenemos mucho que hacer con el bosque nativo de la región, pues se trata de un bosque poco estudiado. Entonces hay un nicho muy importante para que las universidades de la zona podamos avanzar en investigación y hacer proyectos interesantes”, señaló.

“Una esperanza”

La actividad fue valorada también por el miembro del directorio del Colegio de Ingenieros Forestales de la Región del Maule, Carlos Rojas. “Es de extrema relevancia que alumnos y profesionales participen de este tipo de encuentros. La única forma de avanzar hacia una mejora en nuestro ámbito, es discutir y formular propuestas a las entidades que correspondan”, dijo.

Testigo y protagonista privilegiado del debate que dio forma a la actual ley de Bosque Nativo, a principio de los 90’, es el decano de la Facultad de Ciencias Forestales de la UTALCA, Juan Franco, quien explicó que, dada las particularidades de la población boscosa del Maule, es necesario destinar esfuerzos de investigación.

“Para nuestra facultad es un imperativo del cual estamos preocupados. Hay muchísimo que estudiar de nuestro bosque. La ingeniería forestal, desgraciadamente, se ha centrado mucho en el tema de los cultivos industriales, el pino, el eucaliptus, que son muy importantes y sustentan la actividad forestal, pero tenemos todavía que trabajar mucho sobre el bosque nativo, que no se ha visto desde su impacto en el tema ambiental, la protección de las cuencas, la regulación de las aguas, la protección para la biodiversidad animal y vegetal. De eso hay muy poco desarrollado y es una tarea”, recalcó el decano.

“Felizmente salió una ley, que no satisface plenamente lo que quisiéramos, pero algo es algo. La ley es una esperanza para poder cambiar nuestra cultura forestal, en el sentido de que nos va a permitir mirar al bosque nativo desde otra perspectiva. Porque, durante todos estos años el bosque nativo quedó abandonado. Con esta ley, es posible que sí sea atractivo introducirse en el bosque para mejorarlo”, sentenció el académico.

En el Maule

El bosque nativo chileno que se distribuye entre la Región de Valparaíso y la Patagonia, constituye lo que se denomina Bosques Templados del Hemisferio Sur, que son los más grandes que existen. De esos, hay en Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica.

“En la Región del Maule, existen entre 300 mil y 400 mil hectáreas de bosque, ubicadas principalmente en la precordillera. En la cordillera de la costa fue prácticamente eliminado o sustituido por plantaciones de pino o cultivos agrícolas; o depredado. A tal punto, que hoy quedan zonas casi desérticas”, cuenta el decano Juan Franco.

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