Luis Rivano y su legado de teatro realista

26 Junio 2013

“Nunca sé a dónde voy, yo improviso. El teatro es muy parecido a un juego, se va aprendiendo en la práctica, con las personas y la lectura”, afirmó el dramaturgo autodidacta y escritor de 81 años de edad.

Luis Rivano, dictó su clase magistral ‘Cómo llegar a la dramaturgia empezando de cero’, en el salón Abate Molina de la Casa Central. Relató su experiencia, sus triunfos, fracasos, también las críticas y los elogios que ha recibido.

“Mis 11 años como carabinero me dieron una gran experiencia, al estar en la calle viendo los problemas. La vida le entrega mucho a uno”, explicó Rivano, respecto a cómo llegó a conocer de cerca el lenguaje, la vida y los personajes de los barrios bajos, los mismos que dan el sello a todas sus obras.

El artista, oriundo de Cauquenes, es director de su propia compañía de teatro, El Repertorio de Luis Rivano.

“Yo hago teatro realista, donde se pueda ver la psicología y vida del hombre de todas las capas sociales”, dijo ante decenas de estudiantes y público en general.

El creador de la novela ‘Esto no es el paraíso’ —premiada en 1964— contó que debió obligadamente abandonar la institución policial a la que ingresó en 1954, ya que fue dado de baja tras la publicación de ese texto, que detallaba la vida diaria de un policía novato, la calle, la soledad y el abuso de poder.

Buenos Resultados

En el escenario del salón Abate Molina —preparado con un sillón y una pequeña mesa— el dramaturgo afirmó que desde niño se interesó por los libros y la lectura. Comenzó como comerciante en el barrio San Diego de Santiago y en 1976 su labor de dramaturgo fue reconocida con la obra ‘Te llamabas Rosicler’.

Desde entonces el teatro realista le dio buenos resultados. Malú Gatica, Gonzalo Robles, Jael Unger y Jaime Azócar han sido algunos de los destacados actores que dieron vida a sus personajes.

“Como dramaturgo tardé varios años. Demoré desde 1976 a 1990 para tener un real éxito. Ahí entendí recién cómo tenía que escribir el teatro y la importancia del conflicto (…) Parece que soy analfabeto en el teatro, pero es mentira”, precisó. Pese a su avanzada edad, su voz sin micrófono de por medio, fue capaz de llegar a todos los rincones del salón Abate Molina, explicando el origen de sus creaciones. También respondió con interés cada una de las preguntas del público.

Rivano es autor de piezas teatrales como ‘Un gásfiter en sociedad’, ‘Los matarifes’, ‘Por sospecha’. Esta última obra fue considerada entre los cuarenta mejores guiones en el texto ‘Antología: un siglo de dramaturgia chilena 1910-2010.

La Decadencia

“Existen 36 situaciones dramáticas y después no hay ninguna más. Creo que la originalidad no existe, porque la historia vuelve a repetirse y todo lo que hace alguien, otro ya lo hizo en alguna parte del país, o del mundo”, sostuvo Luis Rivano.

Otro de sus trabajos es ‘Sexy boom’, pieza teatral de 1985, con la historia de tres bailarinas de cabaret quienes preparan su función junto a un coreógrafo. También ‘La última canción’, ‘Casados y descasados’, ‘Míster Espectáculo’, ‘¿Dónde estará la Jeannette?’, ‘El Rucio de los Cuchillos’, ‘La miseria y el show’, ‘El hombre que compraba y vendía cosas’, ‘Escucho discos de Al Jolson’, ‘Mamá’ y ‘Ajuste de cuentas’.

“En este momento el principal problema es lo caro de hacer una obra. Es poco el público del teatro, por tanto es difícil sostener las producciones. Mi teatro es realista, sobre la vida, no es de moda. La gente prefiere las nuevas fórmulas”, afirmó el dramaturgo. Respecto a su desarrollo autodidacta, señaló que “a veces lo que se aprende dolorosamente, es mejor que lo aprendido fácilmente mediante profesores”.

Luis Rivano, consciente de que su obra trascenderá, recomendó a las nuevas generaciones interesadas en la dramaturgia, leer mucho, ver teatro, acercarse a quienes cultivan este arte. “La gente es floja para leer. Yo salvé mi vida porque siempre me gustó leer”, expresó.

Sobre los personajes marginales que dan vida a sus obras, estimó que las personas decadentes “son aquellas incapaces de hacer algo positivo con lo que tienen, porque la decadencia no es algo material, sino espiritual”.

La directora de Extensión de nuestra Universidad, Marcela Albornoz, destacó la presencia de este dramaturgo nacional, como parte de las actividades del Festival de Dramaturgia Maulina (FEDAM).

“Siendo principalmente autodidacta, Rivano tiene como objetivo mostrar el lado de la marginalidad que existe en nuestra sociedad, una advertencia, una declaración en el buen entendido, revelando en el escenario el lado de la periferia que conocemos y lo tenemos en el subconsciente, que a veces nos causa risa. Sin embargo, la realidad es dura, generalmente individuos periféricos y marginales que viven estrechamente en los suburbios”, dijo Albornoz.

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