Mayor competencia en la venta de remedios favorecerá a consumidores

10 Julio 2012

Un positivo efecto que favorecerá al consumidor tendrá la ley que desconcentra la venta de medicamentos de las farmacias y amplía su comercialización a supermercados, según la académica de la Facultad de Ciencias Empresariales (FACE) de la Universidad de Talca, Carolina del Río, quien ve en una mayor competencia una disminución de precios de los productos farmacéuticos.

La transparencia del mercado de medicamentos en el país ha vuelto a ser cuestionada fuertemente en los últimos días, debido a las enormes diferencias de precios, lo que ha puesto de relieve iniciativas legales tendientes a introducir regulaciones que favorezcan a los consumidores.

De acuerdo al análisis de la profesora, la industria de las farmacias es hoy muy potente, producto de las barreras de entrada que han impuesto las grandes cadenas. “Es muy difícil que puedan competir otras farmacias y eso hace que las grandes tengan mucho poder de negociación con los clientes, determinan qué les ofrecen y éstos no tienen dónde elegir”, explicó.

Una de las principales ventajas para el negocio de las grandes cadenas es la opción de comprar en los laboratorios a precios muy baratos, lo que reduce sus costos, en comparación a las farmacias chicas, las que se vieron obligadas a vender más caro o reducir sus márgenes de ganancias, “hasta que finalmente las sacaron del mercado”.

Baja de precios

Agregó que para las grandes cadenas de farmacias “los únicos que pueden ser competidores son los supermercados que son de su mismo porte”, lo deberá repercutir en un descenso de los precios de los remedios, aunque no todos se puedan vender en un supermercado, “pero de todos modos introducirá una mayor competencia, lo que es absolutamente favorable para el consumidor”.

Efecto similar en el mismo sentido prevé con la iniciativa de los medicamentos bioequivalentes, que obligará a las farmacias a ofrecer medicamentos genéricos, además de los fármacos de marca, lo que también contribuye a transparentar el mercado.

“Lo bueno es que el consumidor está hoy mucho más informado y empoderado y exige que sus derechos se respeten. Antes no estaba informado, o no se atrevía a reclamar, ahora es cada vez más exigente”, observó, junto con remarcar que en una economía social de mercado se debe equilibrar el poder de la empresa con los derechos de los consumidores y ese rol corresponde al Estado, a través de la legislación.

Calidad de genéricos

Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Carlos Padilla, explicó que las medidas comentadas constituyen una buena iniciativa en el sentido de “democratizar el acceso a los fármacos de la población de menos recursos”, pero en su opinión, el problema no se reduce a diferencias de precios, sino también a diferentes niveles de calidad, en muchos casos.

Como ejemplo, acotó que una característica de los medicamentos genéricos es que no son recubiertos por lo cual carecen de protección gástrica. Por lo mismo, sostuvo que se trata de un asunto complejo que requiere de información para tomar decisiones correctas a la hora de comprar o de ingerir un medicamento. En ese sentido, consideró necesaria la participación del Ministerio de Salud y de las Facultades de la Salud para aportar información sobre los riesgos de automedicarse, sobre todo al ampliarse la venta de fármacos fuera de las farmacias.

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