Niñez y adolescencia trans en Chile: expertos plantean que no solo es una cuestión de ley, sino de educar en la diversidad

En un conversatorio organizado por la Universidad de Talca, con la participación de la Fundación Renaciendo, se planteó que la Ley de Identidad de Género tiene deficiencias en lo que respecta a la infancia trans y que aún faltan políticas públicas que garanticen todos sus derechos.

20 Mayo 2020

“Son niños, niñas y adolescentes a los cuales durante mucho tiempo les hemos dado la espalda”. Así refleja su opinión el profesor Isaac Ravetllat, abogado y académico UTalca, quien manifiesta que la educación y formación de la sociedad ante estos temas son claves para legitimar y respetar a quienes se sienten discriminados.

La temática fue abordada en el conversatorio “Hablemos de diversidades: niñez y adolescencia trans en Chile”, el cual fue organizado por el Centro de Estudios sobre Derechos de la Infancia y de la Adolescencia (Cedia) de la Universidad de Talca. En la jornada, se discutió la poca visibilización respecto de la infancia transgénero en nuestro país, ya sea tanto desde las experiencias que viven los niños, sus familias y también, la actualidad en Chile de políticas públicas, como por ejemplo, la Ley de Identidad de Género.

Ravetllat, quien además es director del Cedia, indica que hacerse cargo como sociedad de la realidad de la niñez y adolescencia trans “no se reduce a una cuestión de ley, sino de formación. Es educar al ciudadano y a la sociedad para que dejen de tener miedo a estos temas, que se rompan esos tabúes y que se empiecen a respetar desde pequeños en la diversidad”.

Junto al académico, la actividad contó con la exposición de la psicóloga Mónica Flores, creadora de la Fundación Renaciendo, la cual realiza el acompañamiento individual y familiar en casos de niños, niñas y adolescentes hace cuatro años, junto a un trabajo de sensibilización y visibilización de tema en distintos espacios.

Flores no solo es precursora de la fundación, sino que es madre de la primera niña trans de Chile, quien en 2016 modificó su nombre registral en el país a los cinco años de edad. Renaciendo trabaja con más de 150 familias, por lo que la profesional señala que “es importante que se abran espacios como el conversatorio para poder educar, para poder abrir espacios de reflexión, de que las personas en el fondo conozcan en profundidad de qué se trata la identidad de género, el tránsito de género”.

Avances y deficiencias en la ley

En diciembre de 2019 entró en vigencia la Ley de Identidad de Género, la cual permite el cambio de nombre y sexo registral para personas trans. La normativa establece que el cambio se puede realizar de forma administrativa o judicial y los adolescentes de entre 14 y 18 años deberán presentar un requerimiento en un tribunal de familia.

Ravetllat manifiesta que la Ley de Identidad de Género “deja fuera a niños y niñas, no les reconoce ningún tipo de derecho. A los adolescentes sobre catorce años sí se les reconoce y les da la posibilidad que, desde su adolescencia hasta la mayoría de edad, puedan gestionar la modificación de la inscripción de nombre y sexo”.

El académico de la UTalca advierte que en la normativa hay un problema para iniciar el proceso, “porque no se les reconoce a los propios adolescentes trans la libertad para realizar el cambio registral, sino que deben hacerlo sus representantes legales”. Y dice que la realidad es que padres y madres, en muchos casos, por incomprensión, ignorancia o negación frente al tema, no apoyan a sus hijos o hijas y no inician esa posibilidad de cambio registral de nombre y sexo, por lo tanto, “ese adolescente no puede hacer nada hasta que llega a los 18 años”.

Por su parte, la precursora de la Fundación Renaciendo admite que la salud para niños, niñas y adolescentes ha tenido avances, pero han sido lentos: “me refiero a una salud integral, ya sea psicológica, a veces psiquiátrica, no por ser trans, sino porque se viene arrastrando un daño emocional importante en ellos y ellas por no haber sido respetado ni validado en su identidad por mucho tiempo”.

Flores agrega que “dentro de esta salud integral se debe contemplar el acceso a sus medicamentos como el inicio de tratamientos de bloqueo hormonal y acceso a las cirugías, las cuales en muchos casos son costosas”.

Compartir
keyboard_arrow_up