Niños aburridos: el mal de nuestros días

22 Enero 2015

Juguetes inimaginables para niños de hace algunos años invaden y se acumulan en las piezas de los menores de ambos sexos. Todo tipo de vehículos a control remoto, muñecas cada vez más sofisticadas, aparatos inteligentes como smartphones, tabletas y juegos electrónicos han tomado posición del mundo lúdico, en estrecha vinculación con el desarrollo tecnológico.

Podría ser un paraíso para la entretención capaz de complacer las exigencias de cualquier niño.

Sin embargo, nadie se explica por qué, pese a todo ese equipamiento para jugar, cada vez es más frecuente escuchar decir a los pequeños que están aburridos, lo que muchas veces constituye un drama para los padres, sobre todo en época de vacaciones cuando “mantenerlos” entretenidos se torna una tarea cuesta arriba.

Muchos adultos recuerdan sus tiempos de niñez cuando jugaban todo el día y nadie se sentía “lateado”, ni siquiera por un segundo.

Eran los tiempos de las pichangas eternas, las vueltas en patines y bicicleta por el barrio, las jornadas del juego a las visitas que eran recibidas con tortas de barro, la competencia de las naciones o del desaparecido luche. Era común subir a un árbol y hacer líneas telefónicas de cajas de cartón redondas unidas por un hilo. Eran otros tiempos. Hoy la sociedad es distinta y la industria de la entretención y el marketing se han encargado de atrapar el interés infantil en tiempo libre.

JUGAR PARA SOCIABILIZAR

Quienes trabajan o han trabajado con niños, perciben el problema desde puntos de vista de sus respectivas disciplinas. Para la profesora de Educación Física Matilde García, quien dirige el Programa de Deportes y el equipo de gimnasia rítmica de la Universidad de Talca, el aspecto social en ningún caso se puede soslayar.

“El niño se sienta frente al televisor, ve y escucha lo que se le entrega a través del aparato, pero no puede responder, no existe interacción. La interacción para el ser humano es muy importante y cuando existe, el niño no se va a aburrir. Por eso el trabajo grupal es importante. El niño se entretiene con los hermanos, pero es mucho más entretenido para él jugar en grupo”, explicó.

De igual forma, recalcó que los niños necesitan más espacio y explorar sus posibilidades, no enfocar su mente solo en aparatos tecnológicos, si no buscar las formas de crear, de buscar solución a los problemas e involucrar todo su cuerpo en ello. “Eso ahora tiene más límites porque en el entorno de las casas hay menos áreas verdes y los patios son muy chicos”, acotó.

A su juicio eso explica la alta demanda que ha tenido la Escuela de Verano de la UTALCA, donde los niños llegan a practicar distintos deportes al aire libre. Una de las actividades más demandadas ha sido deporte de aventura o contacto con la naturaleza, con juegos y competencias en medio de los árboles o trepando en el muro de escalada que hay en el Campus Talca. Testimonio de lo anterior entregó Cristóbal Castro, de 7 años, quien llegó a practicar fútbol y deporte de aventura. “Son más entretenidos que los juegos electrónicos”, afirmó.

MÁS INTERACCIÓN

Una percepción similar a la de Matilde García, es la de Mirta Bustamante, docente de la Escuela de Música, creadora entre otros del Coro de Niños de la Universidad de Talca. En base a su experiencia, aseveró que los menores se aburren cuando están carentes de interacción social.

“Cuando están en grupo nunca les ocurre eso. Yo lo veo aquí con el taller Exploratorio Musical, que se realiza durante todo el año y ahora se extendió a enero. Lo mismo en los ensayos del Coro de Niños, cuyo trabajo también se extendió al primer mes del año”, explicó Bustamante.

“Vienen felices y lo pasan muy bien. Creo que también los niños se aburren porque los juguetes actuales, pese a su gran variedad y cantidad, les entregan las soluciones listas”, planteó.

En ese contexto, la profesional también destacó la importancia social del juego. “Es muy importante”, subrayó.

Desde ese punto de vista, Matilde García lamentó que los padres no dispongan tiempo para compartir algunos juegos con sus hijos, por cuanto es de gran importancia para ayudarlos a desarrollar sus habilidades.

CREATIVIDAD “GUARDADA”

La artista plástica Patricia Maldonado sostuvo que los infantes se aburren porque “la creación está guardada en un cajón, ya que los papás dejan a sus hijos frente al televisor, relegando muchas cosas como las artes”.

A su juicio, esa es una medida equivocada porque hay muchas cosas que ayudan a fomentar la creación del niño, algunas tan simples como pintar las piedras del jardín, aprender a usar materiales de desechos que están a su alcance como papel, tapas de bebida y botellas. “Con papel maché pueden crear súper héroes, inventar nuevos animales, se pueden entretener pintando las sillas de la casa, los maceteros, haciendo mosaicos en la entrada”, dijo.

Igualmente, señaló que se puede fomentar la música y el teatro, ya que la creación va de la mano del arte y debieran estar presentes en todas partes. Sin embargo, opinó que faltan proyectos de actividades al aire libre para que los niños disfruten los espacios de la ciudad, como el “Cine en su barrio”, que existió hace algunas décadas.

A modo de ejemplo de las actividades que se pueden desarrollar en el hogar, recordó que en su niñez sus padres dedicaban los días domingo para bailar tango en familia.

“Eran fines de semana entretenidísimos, disfrutábamos mucho. Eran los tiempos en que fabricábamos teléfonos de tarros”, indicó para enfatizar que los materiales están disponibles y se les puede dar un nuevo uso. “Hay que valorarlas para hacer una reinvención y detrás de eso hay un concepto ecológico que hoy también está presente en el interés de los más jóvenes”, apuntó.

Maldonado coincidió que en la falta de estímulos para que los más jóvenes se entretengan hay un problema de formación que pasa por la falta de tiempo de los padres, quienes viven presionados por exigencias del mundo actual sin que se den espacios para interactuar con sus hijos. Motivada en contribuir con un grano de arena para revertir o tratar de cambiar esa situación, la artista anunció que en marzo iniciará un taller de padres e hijos para aprender a crear en familia.

ESTÍMULOS

Gabriel Fuentes, investigador del Centro de Psicología Aplicada de la UTALCA, expresó que es un desafío estimular en los niños la creatividad, el pensamiento divergente, la búsqueda de alternativas para solucionar problemas cotidianos. Que logren desarrollar esas herramientas, agregó, es parte de la tarea que deben asumir los adultos responsables de su cuidado.

Según el profesional “más que hacer niños responsables de su entretención, lo que tenemos que hacer es darles instrumentos y estímulos con el fin de generar en ellos habilidades para que encuentren nuevas formas de distraerse”.

En opinión del psicólogo, hay que mejorar las estrategias, en un mundo donde manda la tecnología, que significa un estímulo constante, tratando de que esos estímulos “sean también los más novedosos y centrados en los intereses de los hijos”.

En ese sentido, advirtió que con la “sobre estimulación” los niños se aburren fácilmente y después ningún aparato tecnológico es suficiente para satisfacer sus requerimientos de entretención.

“Es necesario ofrecerles estímulos novedosos, poco predecibles, lo que no pasa solo por juguetes nuevos, también los padres tienen que hacer esfuerzos. Si van de paseo, no basta con llevar la bicicleta, que anden en ella y se acabó. Los papás tienen que entregar herramientas y eso implica definitivamente proporcionarles más tiempo. Es un tema cultural”, remarcó.

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