Nueva versión de Huertas Colaborativas sumará a la comunidad externa

Quienes se inscriban de la actividad podrán invitar a una persona que no tenga vínculo directo con la Universidad para que participe de los talleres y asesorías online.

12 Agosto 2021

Cultivar sus propios alimentos es uno de los tantos beneficios de tener una huerta en casa. Práctica que, en medio de una pandemia, también se asocia a distracción y terapia. De ahí que, desde el año pasado, el proyecto Huertas Colaborativas adaptó su trabajo a la virtualidad para no detener sus talleres.

La iniciativa ejecutada por el Programa UTalca Sustentable de la Dirección General de Vinculación con el Medio, permite aprender sobre espacios, insumos y herramientas indispensables para armar una huerta. La asesoría es permanente y está en manos del equipo Huertos, conformado principalmente por estudiantes de la Institución. Un exitoso trabajo que, en esta nueva versión que ya tiene abierta sus inscripciones, también llegará a la comunidad externa.

Compromiso 1+1, es el nombre de esta nueva modalidad que permite a los postulantes utalinos invitar a una persona externa a la Universidad para que también aprendan a armar una huerta agroecológica. Asimismo, de acuerdo con las condiciones sanitarias, podrán participar del trabajo voluntario y colaborativo que se realiza en dependencias externas a la UTalca como escuelas, hogares, organizaciones, entre otros espacios.

Si bien, las Huertas Colaborativas se ejecutan desde 2018, esta es la primera vez que se realizan dos versiones en un mismo año, una decisión que responde al alto interés que tuvieron las convocatorias anteriores.

“Hoy existe una mayor conciencia medioambiental y más personas dispuestas a participar activamente en esta tarea. Nosotros podemos y queremos ayudarlos respondiendo a sus inquietudes y necesidades, aportando conocimiento. Con este trabajo, además, contribuimos a la transformación de ciudadanos más sustentables”, explicó el director de Vinculación con el Medio, Iván Coydan.

Cosechas otoñales 

La dificultad que presenta la plantación en época otoño-invierno estuvo lejos de ser un problema para los huerteros de la primera versión 2021. Durante tres meses trabajaron y lograron muy buenos resultados.

“El alto interés que demostraron los participantes se traduce en más casos exitosos, cuentan con un huerto de plantas variadas y de gran tamaño, lo cual se aplaude porque en esta época del año demora mucho más poder cosechar, principalmente, por las bajas temperaturas”, destacó la organizadora de la iniciativa y profesional del Programa UTalca Sustentable, Karin López.

Quien también resaltó el trabajo de los participantes fue Fernando Moya, estudiante de Agronomía e instructor del taller: “se esforzaron al máximo y tuvieron excelentes resultados. Todos cosecharon, todos tuvieron una bonita experiencia, sin mayores problemas y eso causó felicidad a ellos y a nosotros. La iniciativa y los participantes fueron excelentes”.

Bernarda López es docente del Departamento de Ciencias Básicas Biomédicas y una de las 30 participantes de la versión otoño. Según comentó, fue una experiencia gratificante para ella y su familia, ya que ninguno había cultivado hortalizas. El primer desafío dijo, fue pensar dónde instalar su huerta, ya que no contaba con un terreno apto para el cultivo. Pero nada la detuvo. Reutilizó materiales, recogió tierra bajo los árboles y logró una huerta en altura.

“Todo salió perfecto, hace dos meses que planté y ya estoy cosechando, hago mis ensaladas ‘made in home’, frescas y libres de químicos. Mi familia está feliz con el proyecto y mi mejor ayudante es mi hijo de 3 años, que riega y me acompaña siempre en la huerta. Ahora con mi padre estamos preparando una huerta más grande, pero en suelo y estoy invitando a otros familiares a replicar la experiencia”, detalló.

Además, la docente valoró la acogida, el apoyo del equipo y la experiencia en medio de esta pandemia.

“Tener una huerta en casa ha sido un tanto terapéutico, no creo que solo para mí. Estos tiempos han sido muy difíciles para todos y con mucho estrés. En mi caso me ha permitido tener un espacio de relajación personal, pasar tiempo al aire libre que puedo compartir con mi familia y aprender con ellos a cultivar nuestros propios alimentos”, concluyó.

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