Nuevo Código Procesal Civil requiere de un cambio mayor

19 Agosto 2011

Poco de “ad portas” y mucho de plazo mayor tiene la Reforma Procesal Civil en Chile, cuyos avances abordaron ministros, jueces, abogados, profesores universitarios y estudiantes de Derecho, durante un seminario organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de nuestra Universidad y la Asociación de Magistrados del Maule.

El decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Jorge del Picó, destacó la importancia del encuentro y sus objetivos, particularmente por la presencia de miembros de la judicatura, especialistas y académicos chilenos y extranjeros en el encuentro, celebrado en la Corte de Apelaciones de Talca.

Mayor demanda

Entre los exponentes estuvo el presidente del Instituto Panamericano de Derecho Procesal (IPDP), el expositor argentino Adolfo Alvarado, para quien una reforma debe empezar por los tribunales, con modificaciones orgánicas que eviten que el sistema se entrabe.

“La gente siempre va a acudir a la justicia. Y acude cada día más por cosas que por las que antes no iba a la justicia. Y ésta no da abasto para atender la demanda, pero ése es un problema de la cantidad de jueces. En Alemania, hay un juez por cada cinco mil 300 personas. Saquen la cuenta, en Talca cuántos habitantes y cuántos jueces tienen y van a ver que no es esa la relación”, expresó.

El abogado trasandino comentó que es esperable una demanda mayor cuando el nuevo sistema procesal civil entre en vigencia en Chile. Sin embargo, aseguró que a la reforma le falta mucho para estar ad portas, como lo indica el nombre del seminario “Reforma procesal civil, cambio ad portas”.

Alvarado valoró que Chile se actualice en esta materia, pero advirtió que le preocupa que llegue a tener sistemas de enjuiciamiento antagónicos: por un lado el de materias penales y, por otro, el procesamiento civil.

“(El primero) se dice que es acusatorio, en un país que tiene el sistema procesal civil más inquisitivo de América Latina, lo que es ilógico. Son sistemas filosófica, política, ideológica y moralmente antagónicos. Entonces, no es posible que un juez civil haga una cosa y otra distinta el juez penal”, argumentó.

A juicio del abogado, el proyecto de Reforma Procesal Civil no responde a este requerimiento. Por lo mismo, sostiene, debe ser replanteado.

Un recorrido necesario

El abogado chileno Cristián Maturana, director del Departamento de Derecho Procesal de la Universidad de Chile y colaborador en el proyecto de Reforma del Código Procesal Civil, subrayó que no se trata de una tarea de un gobierno en particular, sino de un país.

“La nueva reforma está en camino, es incipiente, se ha trabajado por muchos años y queda mucho camino que recorrer”, recalcó. De igual forma, Maturana recordó que la discusión de la iniciativa partió en 2004, dada la urgencia de dar respuesta a una necesidad imperiosa, no obstante que su puesta en marcha puede tardar algunos años.

Algo que atribuyó a una falta de compromiso, lo que no ocurrió con la Reforma Procesal Penal. “La reforma es absolutamente necesaria, porque la realidad actual es completamente diferente y se requiere de procedimientos adecuados para resolver los conflictos”, señaló.

“Es lamentable que no exista un contexto o un compromiso de país como ocurrió con la reforma procesal penal. Un nuevo Código Procesal Civil no implica sólo una reforma, requiere de un cambio mayor, de una capacitación e implementación de tecnología en los tribunales”, agregó.

El presidente de la Corte de Apelaciones de Talca y académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de nuestra Universidad, Hernán González, valoró el aporte al estudio de los proyectos de ley destinados a modificar el sistema judicial y exteriorizó su deseo de que “los afanes de impartir justicia se alcancen de modo eficaz y oportuno”, para dar respuesta a los requerimientos de la sociedad moderna.

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