Orquesta Juvenil y Coro de Niños ofrecieron regalo musical

15 Diciembre 2017

Más de dos horas que pasaron sin sentirlas, duró el concierto con que la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Universidad de Talca y el Coro de Niños del Conservatorio sorprendieron al público que repletó el Aula Magna del Espacio Bicentenario.

Elogiosos comentarios se escucharon al término del espectáculo tanto por el desempeño de la orquesta, dirigida por el maestro Patricio Cobos, como por el trabajo realizado por el Coro de Niños que conduce la maestra María Cecilia Sepúlveda.

Esta vez el programa se inició con la interpretación que el coro, acompañado del pianista Leonardo González, hizo del “Villancico de las Campanas”, de Leontovich; “En un establo”, de Sally de Ford y “Ring de Bells”, Harry Bollback.

De la segunda parte se hizo cargo la Orquesta Sinfónica Juvenil, e incluyó la “Obertura Festiva” de Shostakóvich; las “Danzas Húngaras N° 6 y N° 5”, de Brahms y el Finalle de la “Sinfonía N° 4”, de Tchaikovsky.

En la sección siguiente, interpretó música popular de la obra “Un saludo a la Gran Manzana”, con “New York, New York”, “Forty Second Street” y “Lullaby of Broadway”. Luego, “Trépak del Ballet Cascanueces”, de Tchaikovsky.

Finalmente, ambos elencos tomaron posición en el escenario para ofrecer el “Festival de Navidad”, de Leroy Anderson y “Somewhere in my Memory”, de John Williams, temas que precedieron a varios bis.

Ana María Buzeta vino de Santiago y estaba maravillada con el concierto. “Toda la música bien conocida y me encantó que la juventud haga esto”, dijo sorprendida, junto con confesar que “es la primera vez que vengo a la Universidad de Talca”.

Su amiga Clarisa Ayala, quien la invitó, opinó que “ella debía conocer esta Orquesta Juvenil tan maravillosa y el Coro de Niños tan espectacular. La verdad es que la música de la Universidad de Talca es de primer nivel. Yo no me pierdo los conciertos”.

Siguiendo a la orquesta desde Chillán, donde se presentó el 9 de noviembre, vino Jaime Carrasco, gestor cultural de la municipalidad chillaneja. “Tengo que ratificar lo que ya habíamos visto de la Orquesta Sinfónica Juvenil de la Universidad de Talca: está en primer nivel de todas las regiones y yo he visto muchas en Chile y en el extranjero también. No siempre lo mejor está en Santiago. Me pareció sorprendente, además, la armonización con un coro de niños tan pequeños”, comentó.

Jaime Carrasco contó que la orquesta ha estado dos veces en Chillán, la primera en 2016 y recién el 9 de noviembre. “El programa le encantó al público que quedó maravillado”, dijo.

Igual impresión tiene el maestro Cobos. “Hemos dado conciertos muy especiales y buenos, de mucha excelencia, sobre todo el que hicimos en el Teatro Municipal de Chillán, que fue espectacular. El teatro estaba lleno y el público fue el mejor que hemos tenido, estaba muy entusiasmado, gritaba y, al final, tuve que sacar la orquesta del escenario, literalmente, después de dar dos bis”.

Su evaluación de lo logrado no puede ser mejor: “Ha sido un buen año, en realidad, excelente. Este es mi cuarto año en la dirección de la orquesta y de acuerdo a las proyecciones que yo tenía cuando llegué, deberíamos estar donde estamos”.

“Estoy muy contento de terminar el año en una nota muy alta y brillante gracias a los chicos y a todo el equipo que me apoya, a la logística de la Universidad. Poner este concierto no es fácil, hay que tener personal para hacer los cambios que se necesitan en el escenario, mover sillas, tarimas y todo lo demás”.

Sobre la actuación conjunta con el coro de voces blancas, manifestó que “es hermoso oír en esta temporada el canto de los niños, la forma en que lo hacen y lo que cantan. Para mí ha sido una gran experiencia trabajar con pequeños y ellos están muy bien preparados porque la maestra ha hecho un buen trabajo”, remarcó.

Muy contenta también se mostró María Cecilia Sepúlveda porque consiguió que 87 menores estuvieran en el escenario. “El público estuvo magnífico, cada vez asisten más personas y eso es hermoso”, acotó.

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