Cargando 0%
Cargando 0%
“Qué buena onda”, fueron las breves palabras con que el escritor artista visual y cronista de 61 años de edad, Pedro Lemebel —quien se encuentra afectado de un cáncer a la laringe— reaccionó vía telefónica al enterarse de que era el ganador de la décima tercera versión del Premio Iberoamericano de Letras José Donoso.
A través de su cuenta de twiter el autor manifestó su alegría por este reconocimiento. “Se lo dedico a mamá Gladys, a mi clase obrera, a mis locas, a mis amores”, señaló a través de la red social.
“No esperaba que esta vieja, calva y fea, ganara…pero ya ven, aún mi corazón escribe… Ay, este corazón atolondrado”, expresó el literato, utilizando la misma herramienta virtual.
El galardón es entregado anualmente desde 2001 por nuestra Institución para reconocer el trabajo, originalidad y calidad de autores hispanos.
“La esquina es mi corazón”, “Loco afán”, “De perlas y cicatrices”, “Tengo miedo torero”, “Zanjón de la Aguada” y “Háblame de amores”, son algunos de sus libros. Su pluma se caracteriza por un estilo irreverente y contestatario, donde cobran protagonismo los personajes marginales.
Estos fueron algunos de los elementos que inclinaron la balanza a favor de Lemebel durante las deliberaciones del jurado internacional, integrado por seis académicos y especialistas, quienes eligieron al ganador.
“Su proyecto creador, de gran riesgo, se sostiene sobre una voz plenamente contemporánea que da cabida a muy diversos registros y soportes: fotografía, instalación, videoarte, performance, novela, y con una especial contribución en la crónica literaria actual”, explicó la presidenta del jurado y académica de la Universidad de Salamanca, España, María Pérez López. El Premio José Donoso consiste en una medalla, un diploma y un cheque por 50 mil dólares, que son entregados por el Banco Santander, que actúa como auspiciador del certamen.
Deliberaciones
Durante las intensas deliberaciones, María Pérez López, fue acompañada por Juan G. Gelpí, de la Universidad de Puerto Rico; Rafael Gumucio, de la U. Diego Portales, Chile; Francine Masiello, de la U. de California en Berkeley, Estados Unidos; Carolina Sancholuz, de la U. Nacional de La Plata, Argentina; y el coordinador general del premio, Javier Pinedo, director del Instituto de Estudios Humanísticos “Juan Ignacio Molina” de nuestra Casa de Estudios.
Éste último destacó la contribución integral que el premiado creador ha hecho tanto a la sociedad como a la cultura chilena.
“Su aporte a la crónica urbana, su apertura, son un modo de hacer ciudadanía distinto. Eso no es literatura, son cosas contextuales, pero también es un reconocimiento de los que son distintos, de los que no son Lemebel, que no tienen derecho a la letra, al periodismo, los que están sufriendo como lo hizo él cuando sostuvo que ser pobre y homosexual es la peor mezcla en Chile”, comentó.
En tanto, Rafael Gumucio indicó que en la decisión del jurado primó “la novedad, la frescura y el riesgo” que, de alguna forma evidenció la obra del nuevo ganador del Premio Donoso.
“En la literatura chilena, en lo que respecta a nuestra cultura, Lemebel ha sido un antes y un después. Y eso siempre es algo premiable”, señaló.
Por su parte, Carolina Sancholuz rescató que el escritor tiene la capacidad de producir una prosa que da cuenta de una síntesis riquísima entre una estética y una poética de alta sensibilidad.
“Es un gran escritor, pero también en su trabajo hay un importante componente ideológico que está a la par. Es decir, el qué dice y cómo lo dice realmente es de una enorme originalidad que ha cambiado el escenario de la crónica literaria contemporánea”, afirmó.
