Proponen medidas para enfrentar deserción estudiantil

3 Mayo 2012

Una situación preocupante, que provoca pérdida de recursos, y que es necesario atender con soluciones integrales de carácter institucional, constituye el problema de la deserción estudiantil en la enseñanza superior, de acuerdo con opiniones y resultados de estudios que se dieron a conocer en un taller sobre el tema, organizado por la Vicerrectoría de Docencia de Pregrado de nuestra Universidad.

Las cifras indican que la mitad de los estudiantes de instituciones de educación superior de Chile desertan al tercer año, porcentaje que llega al 20 por ciento al primer año. Y aunque la situación de la Universidad de Talca es menos dramática, igual hay preocupación entre sus autoridades por mejorar los índices en ese sentido.

En la jornada, hubo referencias al proyecto MECESUP “Red de fortalecimiento de estrategias para el mejoramiento de resultados académicos de estudiantes desfavorecidos en los primeros años”, en el que participan las universidades de Talca, Católica de Temuco, La Frontera, del Bío Bío y de Magallanes. Uno de los expositores fue el director del Programa de Políticas Públicas y Ciudadanía de la Universidad del Bío Bío, Manuel Albarrán.

Según el vicerrector de Docencia de Pregrado, Emilio Moyano, quien inauguró el taller, en el tema señalado resaltan, entre otros aspectos, los esfuerzos dispares que están haciendo distintas instituciones para enfrentar el problema, los que generalmente se orientan al fortalecimiento de competencias básicas, especialmente matemáticas. “Pero, en verdad, la matemática no es un problema que tenga tanto impacto en la retención estudiantil, no obstante la mala formación que en esta área específica traen los estudiantes t evidentemente todos los esfuerzos que se hagan con bienvenidos”. Sin embargo, afirmó que las iniciativas en ese sentido no redundan de manera significativa en la retención (…). Dentro de los factores académicos, inciden los factores económicos, que hacen que una cantidad importante de estudiantes trabajen y por lo tanto se debilite su rendimiento académico y lo que aparece como causa última este mal rendimiento”.
Según la autoridad académica, este es un problema del sistema educativo superior chileno que preocupa a los niveles de dirección. Respecto a la Universidad de Talca, precisó que no obstante tener mejores índices que el resto, se estima que aún hay espacio para mejoras que apunten a los factores de carácter psicosocial y motivacionales o vocacionales y no sólo a contenidos académicos relativos a competencias básicas.

Gran pérdida
Según las cifras entregadas por Manuel Albarrán, quien dictó la conferencia “Políticas de atención a estudiantes vulnerables a implementar en la educación superior chilena: la propuesta de la red de educación con equidad”, al tercer año el 50 por ciento de los estudiantes de instituciones de educación superior se va y en el primer año el porcentaje es del 20 por ciento. “Eso significa un nivel de pérdida de recursos enorme tanto para ellos, para su familia y para el país. Aquí perdemos todos”.

Explicó que inciden múltiples variables, en las que están involucrados tres factores: la inducción y la motivación, que si los estudiantes no las tienen, no se esfuerzan por estudiar y por lo tanto fallan en el ámbito académico. Agrega que los métodos de aprendizaje tiene que ser distintos porque los jóvenes hoy son diferentes a los de hace 30 o 40 y se requiere también de metodologías que se hagan cargo de falencias pisosociales, culturales y en competencias básicas como ejemplo en matemáticas y lenguaje. Como tercer factor identifica la carencia de estrategias de estudio, en las cuales es necesario apoyar a los alumnos.

En relación al proyecto sobre este tema en el que participan las cinco universidades mencionadas, Albarrán dijo que se espera que la información levantada de estas instituciones sea compartida por ellas y sirvan de apoyo a la toma de decisiones de política universitaria en cada una. Se refirió específicamente a programas explícitos que apoyen a los estudiantes en los factores identificados y que actúen en forma sinérgica. “Por último que, en conjunto, las universidades traspasemos la información y conocimiento a otras universidades del Consejo de Rectores y también fuera de este éste, para que sea una política país y no esfuerzo de algunos por algunos sino para todos los jóvenes de Chile” .

Actuar con urgencia
Para el director de Planificación de la Universidad de Talca, Pablo Villalobos, las cifras sobre deserción “son conocidas y están sobre la mesa, por lo tanto, es el momento de pasar de la teoría a la acción, no hay tiempo que perder. Para ello es necesario integrar los esfuerzos institucionales en un programa mancomunado que involucre a las direcciones de Escuelas, las Vicerrectorías (Académica, Pregrado y Desarrollo Estudiantil), y la Dirección de Planificación, entre otros”, dijo y agregó que “la urgencia del tema nos invita a actuar con prontitud e integradamente”.

Respecto a la Universidad de Talca, sostuvo que “si bien el medio nacional reconoce que la posee una tasa de deserción, al tercer año, correspondiente a la mitad del sistema de educación superior chileno, debemos actuar con la mayor diligencia frente a un problema que tiene diversas aristas, en lo social y en lo económico”.

El panorama general de deserción en la Universidad de Talca lo abordaron con más detalle Fabiola Faúndez, Katerinne Muñoz y Felipe Cornejo, de la Vicerrectoría de Docencia de Pregrado, quienes dieron cuenta de un proyecto Alfa Guía “Gestión universitaria integral del abandono”.
Hubo también presentaciones individuales específicas, trabajos de grupo y un plenario, previo al cierre de la jornada.

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