Proyecto Fondecyt analiza riesgos financieros de microempresas

3 Agosto 2015

Ayudar a mejorar las condiciones de créditos otorgados por sistemas financieros a microempresarios —mediante el estudio de diversas variables relacionadas y la caracterización de los riesgos que generan— es el objetivo del proyecto Fondecyt de Iniciación que desarrolla el académico Cristian Bravo, de la Facultad de Ingeniería.

Según el docente, la forma como se relaciona la microempresa con el sistema de créditos es un tema aún no estudiado detalladamente a nivel mundial. A través de esta iniciativa se busca realizar un aporte en Chile y también en otros países.

“El proyecto está enfocado en saber lo que ocurre con los microempresarios, ya sea desde un negocio pequeño hasta profesionales que inician un emprendimiento, que corresponde a la gran mayoría de las microempresas que se crean en el mundo. Las características y situaciones de éstas son similares en varios países”, explicó Bravo, y aseguró que la realidad analizada en Chile se puede extrapolar a otras latitudes.

“Evaluación del riesgo de crédito para microempresarios mediante técnicas avanzadas de minería de datos” es la iniciativa Fondecyt que se ejecutará durante tres años.

Caracterización

De acuerdo a las investigaciones previas realizadas por el académico, uno de los principales problemas es que el mercado financiero no comprende de buena forma a estos emprendedores. Esto, a pesar de que son numerosos.

Estadísticas presentadas por el profesor, señalan que en nuestro país existe casi un millón de pequeñas empresas recién comenzando, y el 80% de éstas se financia con dineros propios. Esto representa un porcentaje mucho mayor a lo que ocurre en otros lugares del mundo, donde el autofinanciamiento es sólo de un 50%. Se trata de países desarrollados donde el valor y la importancia de estos negocios son reconocidos no sólo en materia económica, sino también social.

“Lo que buscamos es generar una caracterización del riesgo financiero de estas personas y sus empresas, que cumpla con los estándares internacionales que existen para todas las demás líneas de mercado. Y así, mejorar las condiciones económicas para estos emprendimientos”, indicó el investigador.

Bravo espera que al finalizar el proyecto Fondecyt, exista un aumento en el nivel de comprensión sobre el funcionamiento económico de este tipo de empresas. Y que se pueda generar una propuesta inicial sobre cuáles deberían ser los sistemas de riesgo financiero que se utilicen a nivel internacional.

Agronegocio

En una de las aristas del proyecto, el científico estudia específicamente el comportamiento de los micros y pequeños empresarios agrícolas del país.

En esta área, el docente está desarrollando una herramienta basada en modelos matemáticos de predicción. Esto permitiría entender cómo operaran los agricultores respecto al pago de sus deudas, lo que hará posible a largo plazo perfeccionar sus condiciones de financiamiento.

La iniciativa se basa en la caracterización del comportamiento crediticio en relación a la ubicación geoespacial del emprendimiento. “Queremos entender cómo esta ubicación —en primera instancia—, nos permite comprender mejor el comportamiento de pago de estas personas. La meta es entender qué características son claves y distintas de las que ya sabemos a nivel del negocio de créditos general, para ofrecer una situación mejor de financiamiento al agronegocio”, explicó.

Colaboración inglesa

Para esto, el profesor Bravo está trabajando junto con las académicas Galina Andreeva, de la Universidad de Edimburgo y Raffaella Calabrese, de la Universidad de Essex, quienes analizarán estas mismas variables en Europa. Asociada a la iniciativa, también está la empresa del rubro agrícola Copeval, que está aportando sus datos para contribuir directamente a la creación del modelo estadístico.

Esta parte de la iniciativa cuenta con el apoyo del Consejo de Investigación del Reino Unido en el área de ingeniería (similar a Conicyt en Chile), a través de un fondo científico denominado de “aceleración del impacto”, que les permite a los académicos un trabajo asociativo y la búsqueda de nuevos recursos de alto impacto, como por ejemplo, a través de la Comunidad Europea.

En primera instancia se efectuará el trabajo de diseño tomando como modelo los datos de Chile, para luego realizar la misma acción en Europa, ya que se dimensiona que hay ciertas características similares.

“En Europa tienen también una gran de diversidad de productos que se plantan dependiendo de las zonas geográficas, lo que hace que para generar condiciones de créditos para la agroindustria, tengan una gran diversidad de situaciones”, explicó el docente de la Escuela de Ingeniería Civil Industrial.

En otras aristas del estudio, el científico está analizando las variables propias del agronegocio y comparándolas con aspectos clásicos de los sistemas financieros para microempresarios.

Asimismo, está examinando cómo se pueden generar mejores condiciones para la mujer emprendedora, a través del análisis de los riesgos.

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