Psicología posee primeros entrenadores de terapia BEPP en Latinoamérica

2 Diciembre 2014

Durante tres días, un grupo de académicos de la Facultad de Psicología recibió preparación intensiva sobre la Psicoterapia Ecléctica Breve, para el tratamiento del estrés postraumático. La jornada estuvo a cargo del creador de esta técnica, el psiquiatra holandés Berthold Gersons, quien vino especialmente a Chile para entregar estos conocimientos.

La académica Soledad Schott, directora del Centro de Psicología Aplicada (CEPA) que depende de esa unidad, dijo que se trata de “un innovador método” para la atención de pacientes. Afirmó que la habilitación entregada por el especialista es importante, “porque nos acredita como entrenadores para toda Latinoamérica”, precisó.

Berthold Gersons, profesor emérito de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Amsterdam, se mostró complacido de dirigir este taller para especialistas chilenos. Explicó en qué consiste la terapia, cuya denominación de ecléctica obedece a que “utiliza diferentes elementos de la psicología” para ayudar a la persona a comprender lo que le sucede. Asimismo, señaló que a lo largo de su vida, las personas enfrentan distintos eventos que pueden ser potencialmente traumáticos.

Esta terapia la comenzó a crear en 1980 e inicialmente la aplicó a agentes de policía de su país, quienes tuvieron episodios traumáticos en su vida.

Eficiencia

La académica de esa Facultad, Nadia Ramos, quien fue la coordinadora del curso dictado por el profesor Gersons, aseguró que la terapia conocida como BEPP, ha mostrado su eficiencia para abordar el estrés postraumático. “Para nosotros fue muy importante su presencia, porque nos permitió conocer de primera mano esa terapia”, sostuvo.

Agregó que fue difícil concretar la visita del especialista holandés, la cual fue financiada por el proyecto Bicentenario de Humanidades. “Sin ese respaldo no habría sido posible tenerlo acá”, afirmó.

El académico extranjero habilitó a 15 profesionales en la terapia BEPP, quienes comenzarán a trabajar con el modelo del doctor Gersons. “Seguiremos en contacto porque vamos a hacer supervisiones, puesto que el objetivo a más largo plazo —dos o tres años— es que tengamos también la capacidad de formar gente en esta terapia”, precisó la profesora Ramos.

Al profundizar en el tema, señaló que se denomina Psicoterapia Ecléctica Breve porque consta de 16 sesiones de tratamiento, pero previamente es necesario que las personas realicen un proceso de evaluación.

“En las sesiones se trabaja primero con psico-educación, con el objetivo de que las personas comprendan por qué les está pasando el problema. Muchas veces llegan con pesadillas y los profesionales asumen que las personas entienden lo que les pasa, pero no es así. Lo primero que hay que hacer es explicar qué es el estrés traumático, qué produce y decirle a la persona que no se está volviendo loca”, enfatizó la docente.

En este proceso, Ramos observó que se aconseja que el paciente sea acompañado por un ser querido durante el tratamiento, porque el estrés postraumático no sólo le sucede a la persona, sino también a su entorno. Es decir, la familia, amigos y compañeros de trabajo. En esa instancia de psico-educación, se explican los síntomas y cómo funciona la terapia.

“Luego empieza un proceso que nosotros llamamos exposición, cuando la persona se conecta un poco con el relato, con el evento, para que pueda dar espacio a sus emociones. Muchas veces en los eventos traumáticos las personas tienen que reaccionar y no alcanzan a procesar el componente emocional. Entonces, se trata de conectarlas con ese aspecto y que sepan sacarlo fuera. En esta parte de la terapia las personas se van muy conmovidas, muy emocionadas. Y por lo tanto, también ahí la sugerencia es que alguien las acompañe en este momento difícil”, describió.

Significado

Otro paso es la resignificación del evento, porque de acuerdo a lo expresado por el profesor Gerson, en el proceso terapéutico no se elimina el suceso. “Las personas que han vivido un terremoto no lo van a olvidar, pero sí le pueden dar un significado distinto. Cada vez que la persona habla de él, lo procesa de manera diferente y por tanto, aparecen sentimientos de culpa que tienen que ser trabajados en el proceso”, dijo.

También aludió a lo precisado por el doctor Gersons en cuanto a que no todas las personas que viven un evento traumático desarrollan estrés traumático. En ese sentido, recordó que le correspondió trabajar con familiares de víctimas de un accidente aéreo. “En casos como éste a veces las personas sólo necesitan estar juntas, compartir el dolor e incluso hacerse amigas y no necesariamente necesitan terapia”, explicó. Ramos agregó que el apoyo social es otro factor de protección, y cuando no existe es un elemento de riesgo. “Porque no tenemos referente para poder contrastar lo que estamos vivenciando”, indicó.

Asimismo, señaló que en nuestro país se generaron muchos eventos que pueden ser causa de estrés traumático, como la situación política que originó detenidos desaparecidos y violaciones a los derechos humanos. “Eso tiene impacto no sólo en las víctimas de tortura, sino también en las familias que no han tenido cierre, porque no han encontrado los cuerpos de sus familiares y no saben qué pasó. Tenemos desastres naturales, como erupciones volcánicas, inundaciones, terremotos y otros hechos complejos. Todos son eventos traumáticos masivos, como el incendio de Valparaíso. También hay otros más invisibilizados como el abuso sexual y la violencia intrafamiliar, que no son masivos, pero ocurren a una gran cantidad de personas”, expresó.

Aludiendo a lo manifestado por Berthold Gersons, la profesora Ramos resaltó que en relación al estrés post traumático, las personas suelen pensar que lo que les está afectando se va a pasar. “Pero cuando el desorden, la patología se instala, necesitan ayuda especializada”, explicó.

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