Realizan VIII versión “De la Arquitectura al Detalle”

21 Agosto 2014

Sobre las visiones y experiencias de tres destacados arquitectos que se desempeñan en países latinoamericanos, dialogaron profesores y estudiantes en el VIII Seminario “De la Arquitectura al Detalle”, actividad que desde sus inicios ha sido organizada por la Escuela de Arquitectura de nuestra Universidad.

Algunas de las exposiciones centrales del evento estuvieron a cargo de los profesionales y académicos Ariel Jacubovic, de Buenos Aires; José María Sáez, de Quito, y Marcelo Ferraz, de Sao Paulo.

Esta actividad constituyó un espacio de reflexión y diálogo que reunió a profesores y estudiantes de la disciplina, junto a connotados arquitectos que alternan la actividad docente con la práctica profesional.

El director de la jornada fue el profesor de la Escuela de Arquitectura, Germán Valenzuela, quien precisó que el objetivo fue debatir en torno a la trascendencia que tienen las ideas sobre este arte de construir.

“Se trata de reunir a arquitectos que tienen una visión en general común. En este caso se podría decir que la autogestión de las tres oficinas es lo que ha llevado a buen término sus proyectos, y en ese sentido son muy cercanas a la forma cómo la Escuela desarrolla también sus proyectos”, explicó.

Versiones anteriores

Sobre los seminarios anteriores, manifestó que uno de los resultados más interesantes es que algunos estudiantes tomaron contacto con los profesionales participantes y fueron a trabajar a sus oficinas. “Los arquitectos invitados nos traen noticias de cosas que están muchas veces muy lejos, y las podemos encontrar de primera fuente. El valor que el arquitecto le da a la obra que ha proyectado es muy distinto a lo que podemos conocer a través de libros y revistas. Entonces nuestros estudiantes tienen acceso a obras que de otra forma sería muy difícil conocer. Es un aprendizaje muy fuerte, muy potente para su vida laboral futura en el valle central de Chile”, dijo.

En relación al concepto que involucra cada proyecto, el académico de la Escuela de Arquitectura manifestó que es algo muy relevante, porque lo que está detrás de la creación es una idea compleja de sociedad, de materialidad y de tecnología.

“Cuando uno está viendo una obra de arquitectura, lo que está viendo es una síntesis compleja de muchos elementos que comparecen en ella”, afirmó. Asimismo, sostuvo que estos elementos permiten una legitimización de la creación ante la comunidad.

Marcelo Ferraz, uno de los invitados, a quien le correspondió dirigir el Programa Monumenta-Minc —para la recuperación de ciudades históricas— y quien es autor de dos libros, destacó la necesidad de dar valor a las acciones locales e indicó que es importante el concepto para saber por ejemplo, qué hay detrás de una reconstrucción.

“Es tarea del arquitecto actuar en la sociedad, no somos artistas que pintamos un cuadro y lo instalamos. Somos participantes, intervenimos en la vida de las personas, de las comunidades y tenemos que pensar que somos servidores de la sociedad. Los jóvenes tienen que pensar en eso”, afirmó.

Además, mencionó la práctica que existe en la Escuela de Arquitectura de esta Casa de Estudios: “construir con un mirar atento, pequeñas intervenciones donde ven que falta algo en la ciudad”.

Ferraz ha sido docente invitado en la Washington University en Saint Louis, Estados Unidos. Es profesor en la Escola da Cidade, Sao Paulo, y socio del estudio Brasil Arquitetura. También posee proyectos premiados en Brasil y en el exterior, entre ellos el Barrio Amarillo en Berlín, y el Museo Rodin Bahia en Salvador.

Grandes escenarios

Por otra parte, José María Sáez, arquitecto de la U. Politécnica de Madrid —especialista en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática y en Rehabilitación— explicó su última opción de trabajar sobre la ciudad, con grandes escenarios de transformación, como lo es la intervención que realiza en el Centro Histórico de Quito, Ecuador.

Señaló que es un trabajo que en su opinión hay que hacerlo con la gente porque exige realizar propuestas, de modo de aterrizar los elementos técnicos para bajar al consenso y a la socialización y a los problemas locales. “En las ciudades nada se puede llevar a cabo si no tiene esa calidad de consenso que permite que pase por administraciones diferentes, y que sea la propia comunidad, la ciudad la que demande que eso se lleve a cabo”, dijo.

Sáez ha ganado dos veces el Premio Nacional de Diseño Arquitectónico, en Quito y es docente fundador de la Escuela de Arquitectura, Diseño y Artes de la U. Católica de Quito.

Sobre su propia experiencia académica y su estudio profesional se refirió también Ariel Jacubovic, graduado en la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo de la U. de Buenos Aires, quien es profesor en la misma y codirector de la publicación UR Arquitectura.

Relató que su práctica profesional está cruzada por dos líneas, una de las cuales es la tradicional, con encargos de viviendas y edificios. En tanto, la segunda línea se relaciona con movimientos y organizaciones sociales e implica diálogo y búsqueda de consensos. “Y esa área está cruzada también con la académica”.

Agregó que exige también a los arquitectos no actuar como técnicos que proveen soluciones, porque se trata de que los proyectos reúnan a la comunidad y abran un debate para conseguir recursos que “transformen la realidad material y física de su entorno”.

Ejemplo de ese trabajo es el proyecto de investigación Ciudad Roca Negra, al que se refirió, para dotar de infraestructura comunitaria a un barrio pobre y marginado de Buenos Aires.

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