Rector definió nuevos desafíos para seguir el camino de la calidad y la excelencia

18 Abril 2018

Siete compromisos de la Institución para enfrentar los nuevos desafíos en pos de ser un referente en el sistema universitario nacional, definió el rector Álvaro Rojas, en su discurso de inauguración del Año Académico 2018, oportunidad en la que describió también el contexto en el que se desarrollan hoy las universidades del Estado.

Las dimensiones relacionadas con la participación derivada del nuevo marco jurídico; la consolidación del modelo formativo; el fortalecimiento de la investigación del postgrado; énfasis en torno al desarrollo de las personas; descentralización administrativa; nuevo modelo de gestión de vinculación con el medio; y nuevos y grandes desafíos en materia de salud y educación, quedaron claramente explicitados en la intervención de la autoridad académica.

El Aula Magna del Espacio Bicentenario del Campus Talca, fue el lugar elegido para la realización de esta ceremonia, a la que asistieron altas autoridades de la región encabezadas por el intendente, Pablo Milad y de la Casa de Estudios, así como miembros de la comunidad interna y externa. Instante especial del acto académico fue el reconocimiento al destacado cineasta chileno Miguel Littin, quien recibió la Medalla al Mérito Abate Molina.

La ceremonia incluyó también la exhibición de un video institucional, producción original del canal CAMPUSTV, medio institucional que se encargó íntegramente de la emisión en streaming, que fue retransmitida por la Radio UTALCA.

En la ocasión, se entregó a los asistentes una invitación para acceder a la cuenta pública anual del año académico 2017 a través de un código QR y que también puede ser descargada en el link http://www.cuentapublica2018.utalca.cl/CUENTA_ANUAL_2018.pdf

Al inaugurar formalmente el nuevo periodo lectivo, el rector dio la bienvenida a los más de 2 mil 200 nuevos estudiantes que se incorporaron este año a los campus Talca, Curicó, Linares, Colchagua y Santiago, y les deseó pleno éxito en su proceso de formación y crecimiento personal.

SIETE COMPROMISOS

Esta vez, la inauguración del año académico tuvo un significado especial al coincidir con el inicio, en mayo, de un nuevo periodo de Álvaro Rojas como rector de nuestra Universidad. “Concluye un periodo de rectoría en dos semanas y se inicia uno nuevo. Un tiempo diferente, lleno de desafíos y oportunidades”, enfatizó.

Al respecto precisó que la proyección del futuro se expresa en dos documentos de orientación general: el Plan de Desarrollo Estratégico 2015-2020 y el Programa de Gobierno Universitario 2018-2022. Ambos trascienden las contingencias del presente y se orientan en el sentido de las expectativas de mayor plazo. Recordó que estas se refieren a “transformar a nuestra Institución en un referente del sistema universitario nacional; desafío que no significa otra cosa que transitar con decisión hacia la complejidad y la excelencia”.

Respecto a este último concepto, aseveró que “a ella se llega simplemente con disciplina, con el trabajo bien ejecutado, con creatividad pero, por sobre todo, con una gran perseverancia”.
En esa dirección enunció las ideas fundamentale
s que inspirarán el trabajo corporativo, partiendo con el nuevo marco jurídico que regirá la Educación Superior y las demandas de participación de la comunidad universitaria que ello impone. “Este proceso debiera apuntar a profundizar la transformación de nuestra Institución en un modelo de universidad pública: de calidad, participativa, moderna e inclusiva”, afirmó.

Otros compromisos se relacionan con la consolidación del modelo formativo y el fortalecimiento de la investigación y la formación de postgrado. Sobre este último punto, precisó que para una universidad estatal, la investigación “es un eje estratégico fundamental, en la perspectiva de aportar desde su rol público a la generación de nuevo conocimiento en las más diversas áreas temáticas y, junto con ello, contribuir a la formación de capital humano avanzado”. Agregó que el progreso alcanzado por la Institución en este ámbito y en postgrado “es notable”, pero se requiere expandir la oferta de doctorados, planta académica, infraestructura e internacionalización de estos.

También apuntó a una nueva gestión en el compromiso con las personas, con hincapié en el mejoramiento de las condiciones contractuales. Un quinto esfuerzo se relaciona con la descentralización administrativa y transformación digital.

Otro compromiso, relacionado con el posicionamiento institucional, exigirá la implementación de un nuevo modelo de gestión de vinculación con el medio “que profundice y perfeccione lo realizado en materia de desarrollo cultural y en el relacionamiento bidireccional con la comunidad maulina y sus territorios”.

Un séptimo foco es el aporte institucional a la salud y la educación de los habitantes del Maule, que implica iniciativas que aporten a solucionar carencias en el acceso a la salud y, por otro lado, contribuir a la formación de profesores.

“Si somos capaces de seguir construyendo una universidad regida por la virtud de la excelencia, al servicio de la verdad, tolerante, moderna, arraigada a su territorio y que tiene una decidida vocación universal, habremos cumplido con las expectativas que miles de familias tienen en nosotros y con los sueños de quienes realizaron los primeros esfuerzos para tener en este lugar de chile una gran Universidad”, remarcó.

REFORMAS EN LA EDUCACIÓN

En parte de su discurso, Álvaro Rojas pasó revista a las reformas y cambios introducidos a la educación en el país durante el siglo pasado y desde el año 2000. En particular, mencionó los cuerpos legales próximos a promulgarse y que darán a la educación nuevamente un sentido público. Destacó especialmente la nueva Ley de Fortalecimiento de las Universidades Estatales que, entre otros aspectos, plantea un nuevo sistema de gobernanza.

A su juicio esta normativa debe fortalecer a las universidades para que sean reconocidas como instituciones de calidad admiradas por la ciudadanía en su rol de formación profesional y de capital humano. Además de ser verdaderos polos de atracción de talento que le permitan contribuir, mediante la investigación y la innovación, al desarrollo de la sociedad del conocimiento, al bienestar de la población y también a la sustentabilidad del país y sus regiones.

Añadió que la reforma debe respetar la autonomía de las instituciones de la educación superior del Estado y atender, no solo las medidas de orden interno, sino también todas las dimensiones que afectan al funcionamiento general del sistema. En ese sentido, demandó poner atención a las medidas de aseguramiento de la calidad. “Lo que ahora sí podemos sostener con absoluta claridad es que la herramienta más efectiva para garantizar la sustentabilidad y desarrollo de la educación pública es la calidad”, manifestó. Y añadió: “La búsqueda de la excelencia para nuestras instituciones no es una opción, es decididamente una obligación ética, de cara a las enormes expectativas que tiene la sociedad en nuestras instituciones”.

En torno a las ideas y propuestas formuladas por el rector, el presidente de la Junta Directiva, Alejandro Ferreiro, precisó que Álvaro Rojas “hace una doble mirada acerca de lo que hemos logrado como Universidad en los últimos años, donde se combina un legítimo orgullo por lo logrado y también una mirada hacia el futuro en donde queda mucho por construir”.

En este sentido, identificó “una segunda perspectiva acerca del momento político institucional que se vive con este proceso de reforma universitaria porque la Universidad tiene que adecuarse al nuevo marco normativo y aprovechar las oportunidades que se brindan en este contexto de reforzamiento de la universidad estatal y la educación pública en general”.

Alejandro Ferreiro describió también que este momento ocurre “en un contexto de resultado electoral interno que le dio un amplio apoyo al rector y a lo que ha hecho, y también revela gran confianza en lo que todavía puede seguir haciendo”.

La ceremonia contó también con la presentación de UTALCA Ensamble, integrado por profesores de la Escuela de Música. Marcela Lillo, en piano; Patricio Cobos y Solange Navarrete, en violín; Elena Dypkeeva, en viola, y Olaf Niessing, en cello. El elenco interpretó piezas de Mozart y Debussy.

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