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Una crítica visión respecto de cómo el Estado ha enfrentado los temas de la agenda pública y de cómo la crisis en que se encuentran sumidos los sectores políticos ha postergado el avance de reformas sociales, realizó el rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, durante la ceremonia con que la Casa de Estudios inauguró su año académico.
El evento también contó con las intervenciones del presidente de la Federación de Estudiantes del Campus Curicó (Fedeut), Henri Varas, y del ex presidente de la República, Ricardo Lagos.
En su intervención, Rojas dijo que un análisis de esta naturaleza es pertinente en la medida que “la academia ofrece un espacio perfecto para la reflexión y para el análisis de la coyuntura que afectan e impactan a la comunidad en la que está inserta”.
Sobre esa base, planteó que existe un déficit en el manejo del Estado tanto de las secuelas dejadas por los fenómenos naturales que han sacudido al país, como en la manera de enfrentar la compleja crisis que afecta a los sectores políticos. “El déficit en la ‘performance’ del Estado chileno no sólo se evidencia en su capacidad de prevenir desgracias; sus instituciones, han distado de funcionar y de hacer su trabajo de manera satisfactoria”, delineó.
En relación al primer tema, Rojas sostuvo que gran parte de la ciudadanía -en particular en regiones- se siente desprotegida y con la incertidumbre de obtener respuestas oportunas y pertinentes ante la eventualidad de verse afectada por catástrofes “como grandes incendios, terremotos, avalanchas, inundaciones, períodos de sequía, tsunamis o erupciones volcánicas, para citar los más recientes”.
“El tratamiento que pretende ser paliativo, vía bonos de cualquier naturaleza, no refleja la profundidad de la crisis en la que se sumen miles de familias, que se ven enfrentadas a tener que reconstruir sus vidas y sus hogares desde cero, habiendo perdido muchas veces la base de su sustento laboral, situación que debe ser conjugada con las condiciones en las que se desenvuelven la mayoría de las regiones de nuestro país; con escasa diversidad productiva y con un más que limitado dinamismo económico”, cuestionó.
En tanto, en el plano político, el rector sostuvo que la institucionalidad ha sido insuficiente para enfrentar los enormes intereses que rondan en particular en los sectores regulados y parcialmente regulados de la economía, en los que la perniciosa combinación ‘dinero y política’ erosionó severamente la confianza de una gran mayoría ciudadana en las instituciones de la República.
Sobre esa base, sostuvo que la crisis política eclipsó “fuertemente” la búsqueda de nuevos equilibrios sociales respecto de los cuales el Estado se había comprometido. “Cambios que deben ser hechos con una mirada de futuro, pero que no deben estar iluminados exclusivamente por el presente, sino que deben estar provistos de una perspectiva amplia e imperecedera. La crisis actual nos despojó de la oportunidad de discutir más en profundidad las características del desarrollo que debe tener ese nuevo Estado integrador”, remarcó.
MEDIDAS Y ACUERDO
En este contexto, el rector de la UTALCA afirmó que hoy más que nunca es necesario que el país revise no sólo lo relativo a medidas pro-transparencia y pro-probidad, sino que también, fortalezca con sólidos mecanismos ordenadores el funcionamiento de mercados imperfectos, “con la voluntad inclaudicable que emana directamente de la autoridad del Estado”.
“Mecanismos que establezcan con precisión deberes y derechos de los distintos actores económicos: sean estos regulados, semi-regulados o en los que imperan condiciones de polipolio. Debemos ser capaces de construir a este respecto un estado robusto y difícil de doblegar”, subrayó.
Añadió que si bien para superar el actual escenario se requiere de un marco jurídico refinado que debiera implementarse a la brevedad posible, también es necesario un acuerdo político amplio y convocante.
“Es ilusorio pensar que los tribunales puedan solucionar legalmente un conflicto de un claro cariz político. Se deben buscar solución y compromisos, de cara a la ciudadanía, que contenga medidas curativas más específicas y eficientes de un amplio espectro y por sobre todo, de un conjunto de acciones preventivas de gran eficacia”, observó.
“La política no sólo debe tener normas que hagan posible operar con un cierto “fair play” para su funcionamiento eficaz, también debe tener mandamientos, que sean verdaderos imperativos éticos para quienes la practican”, remarcó.
UNIVERSIDAD
En la oportunidad, Rojas destacó además que el anunciado nuevo trato del Estado con las Instituciones que le pertenecen, exige también cambios en la forma en la que se han desenvuelto las universidades estatales, hasta ahora orientadas a obtener los recursos sobre la base de la competencia con otras instituciones públicas y privadas.
“Este nuevo marco nos invita a ser cada día mejores, a ser el sustento de la modernización del Estado en regiones. Este nuevo clima, en el que se desarrollará la educación pública, nos exige practicar activamente un rol relevante en la formación de las generaciones que acceden mayoritariamente a la educación superior, como primeros profesionales de sus respectivas familias”, afirmó.
Más aún, sostuvo que en el actual escenario el rol de estas instituciones es “saber sobreponerse al presente, contribuir creativamente a superar eventuales estados de anomia que puedan estar dándose en nuestra sociedad, evitando sumarse a las voces plañideras y temerosas, que impiden mirar con confianza el futuro”.
Por lo anterior, Rojas aseveró que las universidades públicas enfrentan un doble desafío; proveer una educación y un aporte a las ciencias de la máxima calidad y cumplir con su compromiso ineludible con la verdad y las demandas más sentidas de la comunidad.
“Bajo este contexto, la gran tarea al año 2020 será compatibilizar nuestro avance a transformarnos en una Universidad Compleja sin perder el foco regional, sin dejar de ser una Universidad pertinente, comprometida con el medio social, cultural y productivo de nuestro territorio””, manifestó.
En línea con lo anterior, el rector valoró la oportunidad que implica la actual reflexión institucional en torno al Plan Estratégico 2020, “en un espacio invaluable para que la Comunidad Universitaria alcance los consensos en torno a los grandes lineamientos y ejes de trabajo corporativos”.
“Seguir proyectando la Universidad de Talca al máximo sitial de excelencia no sólo requiere de ambas manos, sino que también, de nuestro corazón y de nuestras más sentidas inspiraciones. Estamos ciertos que podemos, porque luego de 33 años hemos demostrado que encarnamos con particular distinción, la fuerza de lo público, la fuerza de las regiones”, concluyó.
ESTUDIANTES
En tanto, durante su exposición el presidente de la Fedeut, Henri Varas, manifestó que hoy hay un Chile distinto en los contextos político, cultural y social. También apuntó a la política como espacio de poder y de transferencia de éste, y abogó por una amplia participación social en torno a una nueva Carta fundamental y por el término de la separación entre “lo político y lo social”.
El dirigente sostuvo además que las universidades tienen mucho que decir en esta fase, más aún los planteles estatales.
“Las universidades tienen mucho que decir, más sus planteles estatales los que no pueden seguir constantemente con un ‘trato preferencial’ como si no fuesen parte del propio Estado e inserta en una fila de financiamiento parcelado y precario debido al total abandono del propio Estado con sus instituciones”, afirmó.
En cuanto al rol de la educación superior, enfatizó que más allá del objetivo material de conseguir un título y agregó que la educación superior pública debe conllevar la formación de profesionales comprometidos con el entorno y con la sociedad.
Extensión y Cultura
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