Rector planteó obligatoriedad de la acreditación y del mejoramiento continuo

5 Mayo 2016

La obligatoriedad de acreditación y el establecimiento de un sistema de aseguramiento de calidad para todas las instituciones de educación superior del país, fueron algunas de las propuestas que el rector de la UTALCA, Álvaro Rojas, planteó durante su intervención en el seminario “El futuro de nuestras universidades”, organizado por la Comisión de Educación y Cultura del Senado.

Durante su exposición, realizada en la sala de sesiones de la Cámara Alta en Santiago, Rojas cuestionó que en Chile, recién a partir del año 2010, estas materias comenzaran a ser consideradas como relevantes.

“La política pública no se abocó a discutir el tema de la calidad. Y uno se pregunta, ¿y no sabíamos lo que estaba pasando afuera? Lo sabíamos. La experiencia internacional es riquísima y es muy antigua. Lo que se hace en EE.UU., por ejemplo, donde el sistema data del siglo XIX. La Middle State Commission of Higher Education fue fundada el año 1887 y el año 1927 ya acreditó a las Universidades de Columbia, Cornell, de Pennsylvania y Princeton. Hay casi 100 años de experiencia de acreditación”, afirmó.

Tras revisar la evolución del sistema en el país a partir de 1981, dijo que en el marco de la reforma al sistema de educación superior que actualmente se discute, un eje central debiera ser la creación de un mecanismo obligatorio que vele tanto por la calidad de la enseñanza como por la acreditación de las instituciones.

Sistema coherente

“Me van a decir que las universidades en Chile tienen acciones, medidas, instrumentos de aseguramiento de la calidad, pero no es sistémico, son acciones que se reflejan en reglamentos de concurso o formación jerárquica, de estudio, que también es parte de la calidad, pero que no constituyen en sí un sistema de aseguramiento de la calidad coherente”, reflexionó.

Añadió que algo similar debe considerarse para el tema de la acreditación. “Se debe dar una estructura sistémica, al conjunto de normas, instrumentos e instancias que operan en la práctica en la mayoría de las instituciones y que desestructuradamente no constituyen un sistema en sí mismo”, subrayó.

“En ese sentido, es fundamental que la acreditación deba verificar y valorar los resultados de la aplicación de las políticas internas de aseguramiento de la calidad y cómo se integran institucionalmente. Cada política debiera considerar: instrumentos, recursos, incentivos y el establecimiento de indicadores que permitan conocer su eficacia”, remarcó.

Retroalimentación

El rector de la UTALCA recomendó además mirar la experiencia europea en ambas materias. “La acreditación y el aseguramiento de la calidad tienen que ver con retroalimentación, con información que fluye desde entes que transmiten a las universidades, normas, acciones y medidas que son relevantes para su mejoramiento continuo. En Chile estamos más cerca de una auditoría académica que opera cada cinco años que de una evaluación para la retroalimentación”, comentó.

A modo de ejemplo, advirtió sobre la poca relevancia que se da al informe realizado por los pares evaluadores en el marco de los procesos de acreditación.

“El informe que se hace en la Comisión es parte de una agenda muy extensa, muy larga, donde hay varias acreditaciones que examinar y no solo de instituciones sino también de postrgados, fundamentalmente doctorado, en una jerga tremendamente densa. Y en un hecho tan importante para una institución que es su mejoramiento, su aporte al conocimiento, en el caso de las universidades regionales como las nuestras que es decisivo también para el desarrollo regional, no puede ser mirado tan brevemente por cuanto de las conclusiones de la acreditación se empiezan a hilar los cabos hacia un plan de aseguramiento de la calidad o un plan de mejoramiento que debe ser fundamental”, indicó.

Del mismo modo, señaló que debiera existir un especial control sobre la ejecución del “Plan de Mejoramiento Institucional”, que elabora cada Institución una vez concluido el proceso.

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