Reducción de emisiones y prevención de muertes serían consecuencia del recambio total de estufas

24 Agosto 2018

Calcular el efecto en la calidad del aire urbano y los beneficios sanitarios que tendría implementar, en el mediano plazo, una sustitución del 100% de los calefactores a leña de la ciudad de Talca por pellets, fue el estudio realizado por investigadores del Centro Tecnológico del Álamo.

En dicho trabajo, los resultados indican que se reduciría a una séptima parte la cantidad de emisiones domiciliarias de material particulado fino (PM 2.5). Es decir, que la sustitución tecnológica propuesta por los investigadores, reduciría de 697 a 113 toneladas la emisión anual de PM 2.5 por calefacción residencial.

Este análisis se elaboró integrando distintas secciones: tomó como línea base el inventario de emisiones de PM 2.5 en la ciudad de Talca; generó una proyección de reducciones en la emisión de este material como consecuencia de la sustitución tecnológica; estimó los costos de la eventual implementación del recambio y valorizó los efectos sanitarios en la población de la citada comuna.

“Esto generaría una baja de 21 microgramos por metro cúbico (µg/m3) en el promedio anual de la concentración de PM 2.5, es decir, una reducción muy notoria en el total de la contaminación del aire, ayudando significativamente al problema de contaminación que vive la ciudad”, explicó Ricardo Baettig, investigador principal de este estudio.

El Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) de la capital regional, considera entre sus medidas la sustitución a través del Programa de Recambio de Calefactores. A través de él solo se pretende reemplazar, al cabo de 10 años, el 37% de las 35 mil estufas a leña que existían en Talca al año 2015. Es decir, sustituir 13 mil estufas a leña por tecnologías con mucha menor tasa de emisión de material particulado fino.

Metodología

La metodología empleada en la elaboración de este informe es el análisis Costo-Beneficio, ampliamente utilizado y recomendado en la literatura para la evaluación de proyectos sociales.

El método integra distintas secciones: una línea base de emisiones PM 2.5, una estimación de las emisiones de la nueva tecnología; el cálculo de las reducciones proyectadas; un estudio de Emisión-Concentración que vincula el nuevo nivel de emisiones de material particulado 2.5 con la calidad del aire proyectado; un modelo de concentración-respuesta en los efectos sanitarios y un modelo de valorización económica de los beneficios. Paralelamente se integra la información de los costos de implementación del cambio tecnológico.

Beneficio sanitario

De acuerdo con los académicos, la reducción de la contaminación es un tema relevante y ello se debe evaluar con base en la rentabilidad, puesto que el costo del subsidio del recambio es menor en comparación a lo cuesta para el sistema de salud pública, las muertes prematuras originadas por la mala calidad del aire.

Por tanto, la investigación proyectó un costo de adquisición de los calefactores de 1.800 dólares por artefacto y una sustitución total de 42.136 aparatos, lo que proyecta un aumento del 20% en el parque del registro existente, que corresponde a 35.114 calefactores. El costo de recambiar el 100% de los calefactores, alcanzaría 76 millones de dólares.

Esta cifra representa un Beneficio Social Marginal (BSM) debido a la disminución de la contaminación. Para calcular dicho BSM se consideró la Valoración Unitaria (VU) de los fallecimientos, valores que fluctúan entre los 398.333 y 633.333 dólares. De acuerdo a esto, el Estado se ahorraría entre 223 y 354 millones de dólares por concepto de muertes prematuras evitadas.

En el caso de Talca, los investigadores concluyeron que se podría evitar la muerte de 187 personas al año. Si se proyecta un recambio gradual de 20% del parque de estufas anualmente, en un lapso de 5 años (2021-2025), esta cifra se elevaría a 560 personas.

“Un recambio total de estufas es muy rentable comparado con el número de muertes prematuras, principalmente de adultos mayores, que podrían evitarse por la contaminación del aire urbano, pues se recupera entre 2,9 y 4,7 veces la inversión”, indicó el académico de la Facultad de Economía y Negocios, Germán Lobos, co-autor de la investigación.

Esta investigación se enmarcó dentro de los estudios de factibilidad técnica-económica y rentabilidad social del proyecto FIC-R Maule “Innovación en biocombustibles sólidos densificados de origen agrícola para consumidores domiciliarios urbanos e industriales”, financiado por el Gobierno Regional del Maule.

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