Noticias

Respiración artificial

En el siglo 19 la riqueza salitrera del norte sirvió para llenar con cientos de ramales el país. “Quizás demasiados ramales”, piensa el economista inglés y experto en transportes, Ian Thompson.

El caso es que el tren de Talca a Constitución es el único que sobrevive. Cuestión de magia, no. Para el británico es asunto de conectividad y de supervivencia para gente que vive como hace 100 años en Forel, en Corinto, en González Bastías y así tendrá que seguir.

Con su abundante cabellera y andar felino, Ian Thompson abrió el seminario “Turismo ferroviario, Ramal Talca Constitución” que organizó Sernatur y la Universidad Central y donde analizó la relación turismo y ferrocarriles en Chile, su historia y perspectivas de crecimiento.

“La importancia no es turística realmente, es para dar conectividad a los pobladores de Corinto, de Forel, de todas las comunidades aisladas entre Talca y Constitución”, explica, es lo fundamental. Es un tren social con intento de transformarse en un convoy turístico por medio de una subvención del Ministerio de Transportes con fines de conectividad, reitera.

En el norte sigue habiendo un servicio intensivo de trenes mineros (sobre ramales), pero el único en todo el país que todavía ofrece un servicio para pasajeros es el maulino. Es un caso singular que merece explicación: hasta mediados del decenio de 1990 sobre el ramal corrieron trenes de carga que atendieron la planta de celulosa de Constitución. A raíz de esta operación, cuyos pesos por eje llegaron a unas 16 toneladas, se pudo agregar fácilmente un servicio para pasajeros, operados por buscarriles, de un peso máximo por eje de unas 5 toneladas y a un costo adicional muy reducido en términos de desgaste a la infraestructura. La razón: no había camino para una cadena de pueblos ubicados al norte del río Maule, y por este motivo el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones decidió licitar la operación de un servicio de locomoción para atenderlos, sin especificar el medio, ganando EFE, por ventaja de costos.

PARA (SOBRE) VIVIR

No es un misterio la causa de la sobrevida de nuestro ramal: la gente lo usa para subsistir. Incluso el turista es advertido en la página de Facebook.

Como en el tren hay pocos asientos la prioridad la tienen los habitantes del Ramal, porque es el único medio para llegar a sus casas.
Eso ha cambiado, o promete cambiar con la reciente apertura de un viaje solamente para turistas que despega desde la estación de Talca –aún en ruinas tras el terremoto- por reservas y orden de llegada a las 11.00 de la mañana todos los sábados.

Esta idea forma parte del Plan Maestro Turístico desarrollado por el Instituto de Patrimonio Turístico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central, cofinanciado por Innova Chile de Corfo e impulsado por el Gobierno Regional del Maule, el Servicio Nacional de Turismo y Trenes Metropolitanos, S.A.
El plan es una guía para el desarrollo competitivo y sustentable al interior del corredor ferroviario, que se espera, genere emprendimiento e inversión y tiene por fin coordinar esfuerzos públicos y privados para dinamizar la actividad turística.

INCÓMODOS Y CON MAL SERVICIO

La Universidad Central aplicó el plan por un año, involucrando a los habitantes del ramal y detectando los principales obstáculos como la comodidad de los trenes y el escaso servicio disponible en las estaciones. Lo siguiente fue desarrollar propuestas e inspirarse en experiencias exitosas como el tren turístico de Ecuador, modelo desarrollado por Ferrocarriles del Ecuador Empresa Pública (FEEP) del cual se consideraron lecciones y buenas prácticas a implementar.

LECCIONES ECUATORIANAS

El seminario sirvió para conocer este plan inspirador. La experiencia de los trenes de Ecuador fue expuesta por Zulima Espinosa, representante de la empresa pública Ferrocarriles de ese país, quien destacó lo que para el Maule son buenas prácticas de puesta en valor y comercialización de servicios ferroviarios turísticos.

La especialista también se refirió a las experiencias del Tren de la Libertad, el Tren del Hielo, de la Dulzura y el espectacular recorrido Nariz del Diablo. Todo un desafío para implementar en Chile. Sólo en 4 años se rescató del polvo y el abandono. Hoy es un rentable atractivo turístico mundial.

El Plan Maestro consideró cuatro principios inspiradores, el río Maule, el transporte, el patrimonio turístico y el monumento histórico. Su jugada a futuro estima que en el año 2022 el corredor ferroviario será reconocido como una alternativa de viaje turístico para mercados nacionales e internacionales, con una oferta de productos que integran el patrimonio natural y cultural construido en sus diferentes momentos históricos.

Asimismo se plantea una misión de desarrollo económico y social, de puesta en valor y trabajo coordinado para el fortalecimiento del emprendimiento local y la atracción de inversiones para el patrimonio.

Los núcleos de desarrollo turístico a corto plazo se concentrarán en las estaciones González Bastías, Rancho Astillero y Constitución y a mediano plazo, Colín, Toconey, Pichamán, Forel, Huinganes y Maquehua.