Revisan evolución y proyección futura del teletrabajo

Análisis efectuado por académico de la Facultad de Economía y Negocios dio cuenta de la evolución del concepto antes y después de la pandemia.

6 Abril 2021

Fue en la crisis del petróleo de los años 60-70 que el concepto de teletrabajo se comenzó a sociabilizar debido a las preocupaciones que generó el uso del combustible, los largos desplazamientos laborales y la congestión del tráfico en las principales áreas metropolitanas. Como consecuencia, en 1975 Jack Nilles empleó por primera vez el término refiriéndose al trabajo alejado de la oficina.

De esta manera, el profesor de la Facultad de Economía y Negocios (FEN), Jorge Sánchez, resumió los orígenes de una modalidad laboral que si bien nació como alternativa, a causa de la pandemia del Covid-19 se tuvo que poner en práctica de forma masiva, cambiando el paradigma y evidenciando que su aplicación se puede hacer permanente.

El análisis efectuado por el académico titulado “El teletrabajo y su apogeo en tiempos de Covid-19”, fue publicado en la web de la Asociación Interamericana de Contabilidad, AIC (disponible en http://contadores-aic.org/el-teletrabajo-y-su-apogeo-en-tiempos-de-covid-19/).

“Esta modalidad de empleo (teletrabajo), era vista solo como una alternativa a la forma de trabajo tradicional, y era muy resistida por las empresas, ya que antes de la pandemia (PRE Covid-19), se prefería que las personas dejaran sus casas para asistir a lugares de trabajo centralizados y hoy nos encontramos con la tendencia inversa IN Covid-19, en que las personas vuelven a practicar sus habilidades y ocupaciones desde el entorno de su domicilio”, explicó.

Agregó que “hoy por hoy, la mayoría de los artículos y pensadores sobre el tema de la pandemia, coinciden en que uno de los efectos que permanecerán de ella, será el teletrabajo, como efecto POST Covid-19”.

El académico explicó que los distintos autores que abordan este tema apuntan a que el teletrabajo “al ser bien implementado, potencia estrategias del tipo ‘ganar-ganar’, es decir, provocan efectos positivos a todos los actores involucrados, léase empresas, trabajadores y también a la sociedad”.

“A las organizaciones les entrega una serie de beneficios asociados con sus programas de responsabilidad social empresarial, tales como mejoras en inclusión socio-laboral de población vulnerable, como, por ejemplo, situación de discapacidad, aislamiento geográfico, cabezas de familia”, planteó el docente en su análisis.

Al final de su publicación, puntualizó Sánchez que “tenemos que aprender a convivir con esta nueva forma de trabajo y debemos hacer todos los esfuerzos necesarios de adaptación a ella, ya que IN Covid-19 y también POST Covid-19 seguramente estará cada vez más presente en nuestras vidas laborales. Nos enfrentamos a un nuevo desafío, solo depende de cada uno de nosotros sortearlo con éxito”.

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