Surgen datos sobre síndrome causante de trombosis

20 Mayo 2011

Pacientes que sufren de un síndrome generador de trombosis pueden abrigar la esperanza de encontrar alivio en sustancias naturales, de prosperar las investigaciones que desarrolla en torno a este tema la University Boulevard, en Houston, Estados Unidos.

Se trata del trabajo de especialistas, liderado por la investigadora Silvia Pierangeli, quien explicó algunos de los aspectos más relevantes de su trabajo en la conferencia “Avances en Fisiopatología y Diagnóstico del Síndrome Antifosfolípido”, que se realizó en el auditorio de Tecnología Médica, y a la que asistieron estudiantes del último año de la carrera, académicos y científicos vinculados al Programa de Investigación en Enfermedades de Riesgo Cardiovascular (PIFRECV), con quienes la científica mantiene un estrecho contacto y colaboración.

Según Pierangeli, el síndrome antifosfolípico es un desorden autoinmune que afecta principalmente a mujeres jóvenes y produce trombosis y pérdidas fetales. También está asociado al lupus eritematoso sistémico.

“Nuestro laboratorio se dedica a investigar los mecanismos patogénicos de la enfermedad desde hace más de 20 años y trabajamos con modelos de animales, in vitro, para tratar de elucidar cuáles son las razones por las cuales estos anticuerpos se producen y generan trombosis en esos pacientes”, indicó.

La experta señaló que existe la posibilidad de que personas con predisposición genética a tener la enfermedad, tras padecer ciertas infecciones, puedan desarrollar los anticuerpos que atacan las células de la sangre y producen trombosis.

Los afectados pueden presentar infartos al miocardio, accidentes cerebro vasculares, embolismos pulmonares y trombosis venosas profundas, “que son, entre otras, las manifestaciones más críticas en estos pacientes, y lo mismo los embarazos que las mujeres pierden repetidamente”.

En cuanto al tratamiento del síndrome, Pierangeli sostuvo que se utilizan anticoagulantes y medicaciones inmunosupresoras, pero la idea es desarrollar opciones menos agresivas y sin los efectos secundarios, que traen consigo estos medicamentos, con cuyo uso los pacientes pueden sangrar y desarrollar infecciones que generen otras enfermedades.

La investigadora adelantó también que una de las nuevas ideas es determinar si los antioxidantes y otras sustancias naturales podrían ayudar en la medicación, pero es un asunto que aún se está investigando.

Pierangeli destacó que su vínculo con la Universidad de Talca surgió hace más de diez años, por iniciativa del profesor Iván Palomo, para la colaboración a distancia entre los grupos de ambos investigadores.

Durante su visita a la Universidad, Pierangeli ofreció parte del financiamiento para que memoristas y tesistas de la UTALCA visiten su laboratorio en norteamérica, por periodos de al menos dos meses, para que se integren al trabajo de su grupo en el ámbito del estudio de antifosfolípidos.

“Él también nos visitó dos veces, hizo unos trabajos allá, en Atlanta, y hemos publicado juntos sobre antifosfolípidos, en revistas internacionales”, dijo.

“Con la asesoría de Pierangeli, obtendremos estos anti-anticuerpos, de conejos inmunizados con una proteína específica. Desde ahora veremos su comportamiento y como interactúa con plaquetas, sobre el endotelio y otras células”, detalló Iván Palomo, director de Investigación y académico integrante del PIFRECV, de nuestra Casa de Estudios.

Pierangeli anunció además que la Revista Médica del Maule evalúa publicar trabajos sobre el tema.

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