Susto y negación son las reacciones usuales ante incendios forestales

25 Enero 2017

Aunque somos un país singularmente acostumbrado a grandes tragedias naturales como terremotos, inundaciones, avalanchas o incendios forestales, de acuerdo a lo vivido, nunca habíamos sido testigos de un desastre como el que estamos viviendo en la región central de nuestro Chile.

No importa lo bien entrenados que estén los bomberos y el resto del personal de emergencia, la pérdida de vidas y la destrucción de la propiedad a veces no se puede prevenir y es común para las personas que sobreviven estas circunstancias el sentir emociones profundas.

El susto y la negación son respuestas típicas los desastres naturales de gran escala, especialmente poco tiempo después del hecho. Emilio Moyano, Decano de la Facultad de Psicología de la Universidad de Talca señala que a la hora de enfrentarnos a esas personas la compañía es primordial, “La red social de apoyo es muy importante, para las personas que han sido víctimas y que han perdido sus enceres de sus casa, animales huertos, aves en el caso de los incendios forestales del sector rural; así como cualquier víctima en general de incendios con pérdida de sus casas, resulta muy frustrante” detalló.

Moyano especificó la importancia de la contención en esos momentos. “Hay que llamarlas, contactarse con ellas ofrecerle apoyo, ofrecerle ayuda que no se sienta sola. La persona ha quedado sin su fortaleza de protección frente a las inclemencias del tiempo y frente a la vida en general, por lo tanto se siente muy desvalida y agrega… “cuando se ha perdido todo, el cocinar, algo tan habitual, se torna una epopeya.

Sobre las maneras más prácticas para ayudar, el decano apunta a lo práctico. “Ayudar con comida y comida preparada, porque no se saca nada con llevar alimentos si no tienes cómo cocinarlos. Ayudar con dinero, el dinero también es un apoyo es algo que le da la seguridad inmediata a la gente, sentir que cuenta con dinero” detalla.

Cuando la situación ya se normaliza, las reacciones son distintas en cada persona y lo habitual es poder responder al cuerpo físico primero. Al respecto Moyano propone “El otro tema tiene que ver con el cansancio con la tensión física y psicológica. Usted ha visto que las personas permanecen haciendo turnos en la noche , viendo cómo el incendio se acerca y eso es tremendamente desgastante, desde el punto de vista psicológico y desde el punto de vista del reposo que la persona no está teniendo, porque la persona normalmente debería dormir en la noche, pero cuando se queda vigilando, para ver cómo avanzan las llamas hacia su casa, en los sectores costeros en el caso actual que estamos viviendo, es una tensión permanente y agota al individuo después de estar 48 horas sin dormir, no toma buenas decisiones, se les agota el ánimo y lo recomendable en ese caso es el descanso efectivo, la recuperación de la “normalidad” termina diciendo el académico.

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