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Un positivo y rápido avance registran los acuerdos alcanzados entre la Universidad y los estudiantes en el marco de la movilización efectuada durante el primer semestre.
“Hay un buen nivel de cumplimiento”, expresó el secretario general, Rodrigo Palomo, quien explicó que el tema ha sido monitoreado tanto desde el comité directivo, como por el Consejo Académico y la Junta Directiva de la Corporación.
Sobre la celeridad con que se está trabajando, explicó que ha sido posible debido a que la voluntad de avanzar en estas materias existía desde antes.
“La movilización estudiantil puso efectivamente en la palestra el tema de la violencia de género y la educación no sexista, pero varios de estos compromisos habían sido asumidos también por el programa de gobierno universitario del rector, por lo tanto, eran cuestiones que estaban pre-comprometidas, como ocurre, por ejemplo, con la modificación al Plan Estratégico 2016-2020 que, además, se conectó con el petitorio de los estudiantes”, comentó.
En este contexto, Palomo indicó que las acciones respecto de las cuales existía un compromiso inmediato ya están resueltas.
“Destacaría fundamentalmente la modificación del Plan Estratégico que fue aprobada, agregándose en él temas de género e inclusión. Igualmente, la instalación de la Dirección de Género y el desarrollo de una agenda sobre la materia que ya se encuentra en práctica”, detalló.
Ejemplo de lo anterior fue la reunión que la directora de Género, Lorena Castro, sostuvo con estudiantes y directivos del Campus Santiago.
“Junto con presentarme y contarles cuáles son nuestras urgencias, el objetivo de este encuentro fue comenzar a establecer los lazos de confianza que son necesarios para el trabajo conjunto que vamos a realizar”, expresó la autoridad, quien está programando reuniones similares en otros campus y sus respectivas comunidades para las próximas semanas.
En la oportunidad, Castro destacó que la creación de esta nueva unidad es una clara evidencia del compromiso de la Institución con la diversidad e inclusión, e hizo un llamado para trabajar en un marco de unidad en torno a estos valores.
“Estamos abordando temas que son nuevos para Chile, no solo para la Institución, y ese camino tenemos que hacerlo juntos porque la Universidad la hacemos todos”, planteó.
Otros avances
Palomo resaltó además que otros puntos contenidos en el documento, cuya implementación se había comprometido para el transcurso del segundo semestre, también se encuentran en marcha.
“Varias de las acciones que tienen que ver con la instalación de procesos, por ejemplo, hay revisiones del Protocolo institucional, medidas de violencia de género y la elaboración de un reglamento de ayudantes, son cuestiones que no están cerradas pero que hemos querido activar prontamente, evidenciando el compromiso que tiene la Universidad con estas materias y que permanece en el tiempo”, puntualizó.
Agregó que en un estado similar se encuentran las demandas puntuales formuladas por las comunidades de los distintos planteles.
“Hay una serie de medidas específicas en distintos campus como las que tenían que ver con requerimientos en materia de salud en Santiago, que ya están implementándose a través de los distintos servicios de salud con los que se han conectado; temas de seguridad e infraestructura en Linares; y la solución que hubo para el tema de becas y beneficios en Curicó”, comentó.
Nuevo protocolo
En tanto, con el fin de dotar a la Casa de Estudios de una herramienta que le permita hacer frente a escenarios complejos, la Junta Directiva aprobó la creación de un Protocolo de Convivencia Universitaria.
“Tal como existe en otras universidades del mundo, la idea es tener un mejor mecanismo para enfrentar este tipo de situaciones, que tri-estamentalmente definamos derechos y obligaciones mínimas para todos los miembros de nuestra comunidad”, observó Rodrigo Palomo.
El secretario general añadió que durante el segundo semestre se realizará la convocatoria para comenzar con el diseño de este instrumento.
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