UTALCA ofreció degustación a profesionales de la prensa

25 Marzo 2011

Una entretenida y educativa cata y degustación de vino espumante de uva país disfrutaron los profesionales de los medios de comunicación regionales, ofrecida por la Dirección de Comunicaciones de nuestra Casa de Estudios en el stand de la Universidad de Talca en FITAL 2011.

Los representantes de los diversos medios de comunicación, conocieron además las razones de la Universidad para acercar el conocimiento de la cultura del vino a la comunidad maulina.

El rector Álvaro Rojas y autoridades universitarias fueron los encargados de recibir a periodistas, fotógrafos y camarógrafos, a quienes ofrecieron un recorrido por el stand UTALCA.

La gerente y enóloga del Centro Tecnológico de la Vid y el Vino, Patricia Rodríguez, guió a los presentes por la rueda de aromas que ofrece el stand y mostró parte de la infraestructura técnica que se utiliza para la elaboración de mostos.

Durante la actividad, el rector Álvaro Rojas dijo que el objetivo no sólo es aproximar la universidad a los medios, sino acercarla a la realidad productiva de una región vitivinícola, donde “la mitad de los volúmenes que se producen en Chile son del Maule”.

Luego recordó que la UTALCA tiene una larga trayectoria, de 15 años, involucrada con la industria vitivinícola de las regiones del Maule y de O’Higgins.

NUEVAS OPORTUNIDADES

Gloria Sepúlveda, gerente Centro del Vino de Colchagua, explicó a los profesionales de la comunicación los hitos del proyecto del vino espumante, que ha permitido a los productores de la variedad país acceder a nuevas posibilidades de desarrollo.

También el rector señaló que el interés periodístico en torno a la cata de espumante obedece a que el vino gana importancia en la vida cotidiana y cada vez interesa más su calidad. “Para tomar mejor vino hay que saber cómo se hace y qué vino es para cada ocasión”, indicó.

Los asistentes coincidieron en el potencial de esta actividad económica y su trascendencia desde el punto de vista de la industria y la identidad local.

“Siempre hablamos de lo que es la identidad maulina, como característica diferenciadora de nuestra región, y el vino es realmente una de las que destaca entre todas los aspectos. Es uno de los sectores de la economía más potentes. Hay ejemplos como las rutas del vino en Curicó y la del valle del Maule. Existen viñas que se han ganado presencia internacional”, reflexionó Antonio Faundes, director de diario El Centro.

Luego del recorrido y explicación del proyecto que espera posicionar este nuevo producto, la enóloga Patricia Rodríguez brindó una degustación de tres espumantes, dos de ellos desarrollados por el CTVV: uno con uva proveniente del sector de Yumbel, en la Región de Bío Bío y otra cosechada en el secano de Cauquenes. También se entregó una muestra de estelado rosé, producido comercialmente por Viña Miguel Torres.

BUENAS IDEAS

Los periodistas que participaron en la cata, coincidieron en apreciar esta actividad y en resaltar el proyecto que dio origen al vino espumante.

Orieta Dennett, periodista del Programa Explora CONICYT, no ocultó su alegría por la invitación.

“Me parece algo maravilloso porque siempre se habla de un conocedor de vinos como alguien elitista y la gente compra el vino al que tiene acceso. El conocimiento tiene que ser algo que esté al alcance de todos y me parece perfecto que la Universidad de Talca tome la iniciativa de acercar este mundo al común de las personas”.

También el periodista Manuel Herrera, de diario La Prensa, resaltó la conveniencia de realizar eventos de cata y degustación.

“La difusión comienza especialmente con este tipo de catas, porque el común de la gente no está acostumbrada a estas actividades, desconoce el proceso de elaboración del vino y posteriormente cómo se degusta y todo lo que tiene que ver con la forma de complementar las comidas. En definitiva, las catas me parecen una excelente idea y la mejor forma de difundir el vino”, dijo.

Antonio Faundes agregó: “Debemos preocuparnos más de difundir el vino, de ser capaces de entender esta cultura a cabalidad, atender a los turistas, tener mejores circuitos turísticos a través de las distintas viñas y que muestren los diferentes tipos que se pueden producir. Hay todo un mundo que envuelve al vino, en el cual nuestro medio está interesado en seguir aportando, con nuevos proyectos en ese sentido”.

BENEFICIOS A PRODUCTORES

Desde el punto de vista del alcance social del proyecto desarrollado por el CTVV junto a la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y la Viña Miguel Torres, el rector Álvaro Rojas destacó la alternativa que surge para los pequeños productores de uva país.

“Por razones de desarrollo de la industria vitícola chilena, que apunta a vinos de alta calidad, con ciertas normas de manejo, ellos no encuentran un mercado para este tipo de uva, que es manejada en condiciones muy extremas y que requiere de apoyo tecnológico. Lo que ha hecho la Universidad es fundamentalmente entregar una respuesta a esos pequeños productores para que mejoren sus precios y puedan agregar valor a lo que hacen”, recalcó.

En el mismo contexto, sostuvo que surge un nuevo desafío para la Universidad, en torno a cómo mejorar las prácticas vitícolas de esos agricultores.

“Lo que hemos hecho hasta ahora es más bien adquirir la uva que ellos producen con características que siempre es posible mejorar. Producir en forma más eficiente, con mayor calidad, es quizás el próximo desafío de nuestra Universidad”, dijo.

Juan Carlos Thienel, periodista de ediciones especiales de diario El Centro, también destacó la iniciativa, como también la creación de asociatividad que beneficia a pequeños productores.

“Una universidad que despliega tecnología, investigación, y un privado como Miguel Torres que es un gigante en la generación de distintos vinos, me parece algo muy positivo para el encadenamiento y la economía regional del Maule o del Bío Bío”, enfatizó.

Finalmente, el rector Rojas agregó que la experiencia de producir el vino espumante de uva país “es un ejemplo maravilloso de innovación, emprendimiento, búsqueda y alianza entre la empresa privada, en este caso Miguel Torres, y la Universidad, con pequeños productores de zonas extremas como el secano de Cauquenes y Bío Bío.

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