Ya van dos décadas de déficit hídrico en la región

17 Enero 2011

Las inesperadas lluvias del último mes no tienen posibilidad de evitar o mitigar el panorama de sequía que los maulinos están viviendo. Veinte años de déficit de agua cumplió el 2010 la Región del Maule, que técnicamente se encuentra en una fuerte sequía, consecuencias de un clima desequilibrado por el cambio climático y que, a juicio de los científicos, de mantenerse podría provocar problemas más graves, principalmente a la agricultura.

Respaldados por mediciones meteorológicas realizadas a lo largo de casi 100 años, investigadores del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA), de la Universidad de Talca, han observado la disminución progresiva de las precipitaciones en los últimos 40 años, cuyo déficit ha comenzado a dejar profundas huellas en la región, que significarían un cambio del clima hacia uno más parecido al de la región de Coquimbo.

Técnicamente, en la actualidad la región se encuentra en sequía calificada como “fuerte”, en una escala que considera como “débil” si el déficit hídrico es menor al 20 por ciento; “moderada”, si supera esa cifra; “fuerte”, cuando se empina sobre el 40 por ciento, y “extrema” en el caso de que llegue al 70 por ciento.

CIFRAS NEGATIVAS

La comuna de Curicó es la que acumula el mayor déficit de agua de Chile, con un 47 por ciento. A nivel regional, el año pasado nevó un volumen 55 por ciento por debajo de lo normal, hecho que disminuyó el aporte a nuestras fuentes de agua.

La principal de ellas, la Laguna del Maule, cuenta con menos de la mitad de su capacidad, con un 52 por ciento de déficit, y con bajas posibilidades de recuperar rápidamente su nivel normal en los próximos años, porque las mediciones en toda la región revelan dos décadas de malos resultados.

Las precipitaciones durante los ‘90 arrojaron un saldo negativo del 64 por ciento, mientras que la década del 2000 terminó con un 40 por ciento bajo lo normal.

“Con la temperatura global aumentando progresivamente, los modelos predictivos indican que este fenómeno se volverá más violento y más acelerado”, explicó Patricio González, agroclimatólogo del CITRA.

Agregó que “es posible que tengamos una tercera década de escasez de agua, mientras el clima retorna a su equilibrio. No sabemos exactamente cuánto tiempo le tomará, pero sí sabemos cómo será la ‘nueva normalidad’ en la Región: menos precipitaciones y más calor”, aseguró el académico.

Según el agroclimatólogo, con estas nuevas condiciones se está dando la opción de introducir al campo cultivos subtropicales, como la papaya, mientras que los viñedos y frutales deberán buscar climas más propicios hacia el sur o hacia la precordillera. En el caso de los árboles frutales, el nuevo panorama les será adverso.

“Los frutales necesitan horas de frío para su desarrollo. Si no las alcanzan, se deteriorará la calidad de los frutos”, complementó Patricio González.

NECESIDAD DE PLANIFICACIÓN

Estas potenciales consecuencias son abordadas permanentemente en la Universidad de Talca. En octubre del 2010, se desarrolló en el Campus Santiago, el seminario internacional “Enfrentando el cambio climático por medio de la biotecnología agrícola”.

En la oportunidad el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, Hernán Paillán, exhortó a los asistentes a utilizar la ciencia para mitigar los efectos y resguardar la producción alimentaria.

“El desafío para la biotecnología es contribuir a la sustentabilidad de los sistemas productivos”, dijo Paillán, luego de explicar que el agro contribuye a la generación de gases invernadero, a través de la emisión de metano y óxido nitroso.

En otro encuentro, realizado en septiembre del año pasado, la UTALCA convocó a empresas productoras y agroexportadoras a debatir acerca de la “huella de carbono”, en el seminario “Huella de Carbono y agua: tendencias y desafíos para el sector exportador”, efectuado en el Campus Curicó.

Durante la actividad, los asistentes coincidieron en que la conveniencia de promover el desarrollo económico en equilibrio con el medio ambiente. Paola Conca, gerente de Medio Ambiente y de Calidad de ProChile, dijo que el 48 por ciento de las exportaciones de Chile están dirigidas a países comprometidos con la reducción de emisiones contaminantes.

Pablo Villalobos, académico de la Facultad de Ciencias Agrarias, agregó en la ocasión que en nuestro país, si bien el tema es incipiente, ya existen sectores productivos y empresas que están midiendo y estudiando estas prácticas, tal es el caso de algunas viñas del país que han desarrollado productos con carbono neutro.

A pesar de estas iniciativas, a juicio de Patricio González “lo importante es planificar pronto una política regional que enfrente el Cambio Climático, porque si en los próximos años se vuelve a repetir la situación deficitaria sin planes para enfrentar el fenómeno, la posibilidad es creciente, de que suframos problemas de abastecimiento para agricultura y energía”, reflexionó el académico.

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