Alfredo Jaar: “No hay nada más importante que pensar”

19 Julio 2016

Como una de las mejores conferencias que se han presentado en la Universidad, fue destacada por académicos y estudiantes la clase magistral “Es difícil”, que el reconocido artista visual, arquitecto y cineasta chileno, Alfredo Jaar, ofreció en el auditorio del Espacio Bicentenario del Campus Talca.

La actividad fue parte de su recorrido por Chile, que incluyó a nuestra Casa de Estudios como una de las tres universidades que visitó en regiones, junto a la U. Austral y la U. del Bío-Bío.

El Premio Nacional de Artes Plásticas 2013 —radicado en Nueva York hace 34 años— afirmó que su venida al país buscó denunciar el escaso apoyo que enfrentan los artistas en regiones.

“Existe mucho talento fuera de Santiago, pero en Chile tenemos un centralismo muy potente que los hace invisibles y eso me parece absolutamente incorrecto”, explicó Jaar, reconocido a nivel internacional por sus obras que mezclan arquitectura, fotografía, cine, teatro y tecnología.

En compañía de su esposa, la diseñadora y bailarina Evelyne Meynard, visitó la Nueva Galería de Arte de nuestra Universidad, su Centro de Extensión, el Museo Nacional de las Esculturas y el edificio Espacio Bicentenario, que contiene el legado artístico de la escultora chilena Lily Garafulic.

“No conocía este lugar, me pareció magnífico (…) Hay pocas instituciones en Chile que tienen este nivel de profesionalismo, y eso me impresiona muchísimo”, comentó Jaar, quien valoró la difusión cultural que realiza la UTALCA.

El rector Álvaro Rojas, destacó la posibilidad de mostrar los esfuerzos permanentes de la Institución para difundir el arte. “Él viene una vez al año a Chile (…) Ha quedado muy sorprendido con lo que la Universidad tiene en materia cultural. Se lleva la imagen de una institución pública, estatal, que tiene a la cultura como un elemento fundamental”, afirmó.

Realidad internacional

Jaar captó profundamente la atención de un auditorio colmado de público y a oscuras, donde proyectó imágenes para explicar el proceso de elaboración de varias de sus obras: “The sounds of silence”, “Luces en la ciudad”, “Proyecto Ruanday”, “El lamento de las imágenes” y “Un logo para América” (1987), entre otras.

En sus creaciones, logra mostrar la realidad internacional sobre refugiados, conflictos de inmigración, racismo, crisis sociales y geopolíticas. Entre sus técnicas incluye cajas de luz para iluminar desde su interior las imágenes, con diferentes intensidades y ángulos.

Asimismo, es autor de “Gold in the morning”, una de sus instalaciones más conocidas a nivel mundial, que fue exhibida en la Bienal de Venecia en 1986. Es una serie de fotografías de una mina de oro en Serra Pelada, Brasil, y muestra el contraste entre subdesarrollo y economías emergentes.

“Me parece que no hay nada más importante que pensar. La creación de una obra física que entregamos al mundo es el 1 por ciento, y contiene el 99 por ciento del proceso de pensar”, afirmó.

La conferencia inauguró el año académico de los programas de Magíster y Doctorado del Instituto de Estudios Humanísticos, postgrados que apoya el Mineduc a través del Convenio de Desempeño en Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la UTALCA.

Impacto

Las opiniones fueron coincidentes respecto de la calidad de la exposición. “Maravillosa. Yo diría que es una de las mejores conferencias que me ha tocado escuchar en mi vida. Creo que lo que él propone es muy profundo y es una forma de plantearse preguntas que dejan el corazón inquieto y la mente activa”, dijo el rector.

“Con seguridad muchos de sus proyectos serán parte de las antologías que se hagan en el arte, tanto a nivel nacional como internacional”, afirmó el director del Instituto de Estudios Humanísticos, Pedro Zamorano. “El poder que tiene la convicción acerca del mundo, creo que es fantástico”, señaló Blanca Zúñiga, docente de la Escuela de Arquitectura. “Considero que su visión del arte nos enseña y muestra un camino hacia la postmodernidad”, aseguró Marcela Albornoz, directora de Extensión Cultural-Artística. “Él lleva el arte a un plano social y crítico. Despierta conciencia, es impresionante y sobrecogedor”, sostuvo Ester Urrutia, estudiante del Magíster en Humanidades con Mención en Literatura y Artes Visuales.

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