Artista invita a vivir la dualidad entre lo real y lo onírico

9 Octubre 2015

Obras llenas de colorido e imágenes oníricas dan vida a la exposición de la artista Ximena Armas, muestra que se ofrece a todo público hasta el 1 de noviembre en la sala de exposiciones del Centro de Extensión y Escuela de Postgrado del Campus Santiago de nuestra Universidad.
En total son 61 pinturas que la creadora trajo desde Paris —donde se encuentra radicada hace 44 años— para ser exhibidas en nuestra Corporación.
“Lo que aquí está expuesto es una selección, un conjunto que me permite mostrar bien mi trabajo de los últimos años”, relató.

“Hubo un momento que trabajé mucho con plumas e introduje personajes inspirándome en cuadros conocidos, pero últimamente he recurrido a las imágenes de carpas y plantas”.

En cuanto a su fuente de inspiración, Armas señaló que la encuentra en todo lo que la rodea.

“No me hago planes. Trato de traducir los recuerdos de situaciones o cosas que me han impresionado o que me gustan, como ejemplo, los pájaros y la imagen de la libertad. Todo se va desarrollando de a poco, pero sobretodo reproduzco algo, una imagen que existe y que yo la trasformo. Una parte de sueño, una parte de realidad y todo es transformado para, en el fondo, expresar imágenes de mi mundo”.

Un universo que, en ocasiones es muy complejo. “O sea, la realidad a veces es tan difícil que necesitas trabajar con la irrealidad para evadirte un poco y pasar a otra cosa; es un poco soñar”, afirmó.

ÚLTIMO VIAJE

Armas viajó a París el año 1971 a estudiar en la Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas y en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes. Desde entonces vive y trabaja en Francia.

Hace ocho años que Ximena Armas no presentaba sus obras en nuestro país. Según anticipó, la exposición en nuestra Casa de Estudios será la última que realice en el país.

“Ha sido muy agotador porque es un trabajo enorme estar preparando durante meses el contenido de la exposición y luego el viaje, es muy complicado. Esta es la última vez que expongo en Chile, porque a mi edad no creo tener la fuerza para volver a pasar por todo esto”, comentó.

La creadora valoró el espacio que la UTALCA ofrece al arte. “Es muy bonito y es ideal que la Universidad tenga una sala como esta”, aseveró.
Respecto a cómo se generó el tránsito de Paris a este recinto, la pintora dijo que fue gracias a una persona cercana.

“Siempre he expuesto en galerías y museos, pero siempre busco cómo mantener un vínculo con mi país, porque soy chilena y quiero que mi trabajo siga presente aquí. Un conocido me habló de esta sala. Dijo que era un espacio muy interesante, me enviaron fotos y me gustó. Además, mi familia es talquina, de hecho yo viví en Talca entre los 4 y 14 años”, recordó.

La artista también valoró la buena acogida que tuvo su trabajo por parte de nuestra Corporación. “Las galerías operan con criterios comerciales y ponen muchas trabas, con esperas de hasta diez años. Incluso en una hasta me pidieron un dossier de mi trabajo, pese a ya me conocen, que han expuesto mis obras y que poseo una amplia trayectoria en la pintura”, señaló.

ORGULLO

Para la directora de Extensión Cultural–Artística de nuestra Universidad, Marcela Albornoz, tener las obras de Ximena Armas en la UTALCA es motivo de orgullo. “Es una notable exposición. Estamos muy contentos de tener estas obras y del esfuerzo que realizó para traerlas desde tan lejos”, destacó.

En ese sentido, expresó que la obra de la artista tiene elementos recurrentes de su léxico figurativo. “No son ciertamente numerosos, pero su combinación es de una precisión espectacular y renovada: litorales arenosos y desérticos, parasoles vacíos de presencia, pabellones tensos de misterio, objetos inmóviles hasta el malestar, árboles que ningún viento mecerá sus ramas”, dijo.

Luego del 1 de noviembre, tanto las obras como Ximena Armas emprenderán el vuelo hacia Francia. “Este viaje lo organicé pensando estrictamente en esta muestra, así es que en cuanto termine yo también partiré”, anunció.

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