«El Niño» es solo un respiro en medio de la fuerte tendencia a la sequía

9 Junio 2014

El superávit de lluvias que está provocando el evento de El Niño, solo es una situación paliativa y transitoria respecto a la sequía que por varios años afecta a algunas regiones, y no significará una recuperación significativa de la Laguna del Maule, que presentaba un 85 por ciento de déficit, según el agroclimatólogo de la Universidad de Talca, Patricio González.

El experto, fue consultado tras el último sistema frontal que afectó al país.

También consideró que la construcción de embalses, como medida para paliar la sequía, tiene sus limitaciones, por cuanto para su llenado se requiere de lluvias, las que tienden a disminuir en el tiempo.

El profesor González atribuyó a El Niño los 146,2 milímetros que cayeron en Talca solo en la primera semana de junio y que equivalen a la cantidad de agua que precipita en todo este mes, en un año normal. A estas precipitaciones se sumarán las ya anunciadas para este miércoles y el jueves. “A la fecha, Talca lleva ya un 30 por ciento de superávit. Si nos comparamos con el año pasado, estamos mucho mejor en pluviometría y julio y agosto presentan las mismas características. Quizás terminemos el invierno con un superávit del 40 por ciento”, observó.

Respecto a Curicó, precisó que el año pasado tuvo un 50 por ciento de déficit y ahora ya acumula un 50 por ciento de superávit.

No obstante este auspicioso pronóstico, el académico del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA) de la Universidad de Talca, alertó que el “Niño” posiblemente desaparecerá el próximo verano, porque -según las tendencias- solo durante un año rompe la disminución de lluvias que se viene observando desde 1990, con sucesivos déficits, interrumpida esporádicamente por el mencionado fenómeno, cuya aparición anterior fue en 2006.

Patricio González marca la década del 90 como el inicio del cambio climático, por lo menos en la Región del Maule, porque con estadísticas en mano demuestra que a partir de entonces los eventos del El Niño producen menos de mil milímetros de agua caída al año. “El cambio climático está haciendo caer la pluviometría y el evento de El Niño es el único fenómeno natural que rompe esa tendencia, pero se puede demorar cuatro, cinco o más años en volver. Lo que está pasando ahora es solo un paliativo menor a la sequía”, expresó.

Según González, para generar estrategias políticas destinadas a superar la sequía, se debe considerar este tipo de análisis climatológico, lo que no se ha hecho en la región, afirmó, porque hay que estimar tendencias y escenarios.

Respecto a la construcción de nuevos embalses, el docente acotó que éstos hay que llenarlos con agua “y si no hay, nos demoraremos dos, tres o más años en que eso ocurra”. Al respecto, planteó que sería conveniente “recuperar el agua que se pierde en los ríos, a través de algún sistema de entubamiento”.

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