Especialistas analizaron impacto de la obra de Ramón Vergara Grez

10 Enero 2014

Desentrañar el discurso que trasciende la obra de Ramón Vergara Grez, fue el eje que guió la conversación de los artistas plásticos Miguel Crosgrove y Arturo Cariceo, en el marco del diálogo organizado por la Dirección de Extensión en torno a la figura del desaparecido pintor geométrico.

La actividad se realizó en la Sala de Exposiciones de la UTalca en Santiago, que acogerá hasta el 3 de marzo la muestra “Prisión para la sombra”, del mismo autor.

En la oportunidad, Arturo Cariceo señaló que si bien en el arte chileno Vergara Grez tiene un lugar ganado como fundador del movimiento moderno geométrico, su figura suele quedar acotada a ese acto fundacional, pero sin profundizar en su discurso, “en el cómo llegó a eso y qué ocurrió después”, acotó.

“El trabajo de un artista no es solo el gesto social de imponer una forma de hacer arte, también construyó un mundo propio y ese mundo tuvo repercusiones hacia la gente que lo rodeaba, pero también marcó un contrapunto con todo aquello que tendemos a conocer como arte abstracto o geométrico”, planteó.

Siguiendo esa reflexión, agregó que la geometría de Vergara Grez es “incómoda. Cuando un artista hace un aporte a la historia y a la memoria del arte, eso no significa que calce con lo que uno espera, porque su aporte es dar un giro a las cosas que uno ya conoce”, explicó.

“La historia de la abstracción es bastante profunda en términos globales y regionales y lo que hace Vergara Grez es una apuesta para marcar un contrapunto en ambas direcciones. En ese sentido es incómodo, porque nos acostumbramos a él, pero también tendemos a generalizarlo y cuando comenzamos a profundizar, nos damos cuenta que es una situación muy particular y en ese particular es muy difícil generalizar”, profundizó.

Por su parte, Miguel Cosgrove señaló que Vergara Grez diseñó un completo itinerario en torno a la geometría.

“Fue un investigador y como tal no solo estaba preocupado de lo que era la geometría tradicional desde sus comienzos en el renacimiento italiano, de la que él fue un estudioso y todo pintor geométrico debe estudiarla no para quedarse en eso, sino como la base sobre las cuales se construye la imagen del geométrico actual”, indicó.

Agregó que el desaparecido pintor resumió y plasmó toda esa experiencia en términos plásticos, dándole sentido y un cierto rasgo chileno e incluso latinoamericano.

“Y eso es lo que lo convierte en un innovador, un investigador, y el itinerario que él marca, que él es el fin y el principio de la geometría, o sea, no es que con su fallecimiento muera la geometría, sino que recién empieza. Para nosotros, como pintores geométricos, ese es el desafío, reinventarla de nuevo a partir de lo que él dejó”, subrayó.

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