Examinan nuevas formas de trabajo en el aula

6 Agosto 2014

Cuatro ejemplos nacionales respecto a cómo es posible innovar en el aula para lograr mejores aprendizajes, se dieron a conocer en el seminario “Nuevas formas de aprender”, organizado por nuestra Universidad a través de su Instituto de Investigación y Desarrollo Educacional (IIDE), junto a la Fundación Luksic y Grupo Educativo.

Las experiencias corresponden a los proyectos pilotos desarrollados en el Liceo Bicentenario de Molina; el Instituto Agrícola Pascual Baburizza, de Los Andes; el Liceo La Chimba, de Antofagasta; y el Liceo Gonzalo Pérez Llona, de Maipú. Los cuatro establecimientos públicos adoptaron el Sistema de Educación Relacional Fontán, creado hace 40 años en Colombia, país donde ha demostrado su eficacia.

Representantes de las instituciones organizadoras y delegaciones de estos recintos de enseñanza participaron en la jornada, que tuvo entre sus invitados al seremi de Educación del Maule, Rigoberto Espinoza; a la alcaldesa de Molina, Priscilla Castillo; junto a académicos y estudiantes de postgrado del área de la Educación.

Proceso de cambio

El coordinador académico del IIDE, Víctor Cancino, expresó que hay aspectos sustantivos a los que apunta la Reforma Educacional y sostuvo que ésta es necesaria, porque desde el punto de vista estructural ayuda a construir un mejor sistema educativo.

“Pero no podemos dejar de poner foco respecto a lo que pasa en el aula, donde es necesario cambiar las prácticas tradicionales que evidencian un desgaste”, dijo. El académico destacó que existen comunidades que con mucho coraje “inician un proceso de cambio para ir introduciendo pequeñas prácticas que finalmente se traducirán en transformaciones significativas, en un cambio de cultura”.

Señaló también que el seminario es parte del compromiso del IIDE de difundir experiencias, y resaltó la importancia de trabajar en red para lograr resultados positivos.

Modelo

La directora de la Fundación Luksic, Monserrat Baranda, relató que en esta institución existía el convencimiento de que los estudiantes podían obtener mejores resultados en sus aprendizajes.

Señaló que hace tres años decidió promover la innovación en prácticas educativas, adoptando el reconocido modelo SERF.

Explicó que este proceso se basa en las características de cada estudiante, cuya autonomía se busca desarrollar. Se trata de poner en práctica nuevas formas de aprender, de acuerdo a los tiempos actuales y se está demostrando que “sí se puede tener estudiantes motivados a aprender”.

Liderazgo

Paulina Araneda y Andrés Roncagliolo, de Grupo Educativo, detallaron cómo se aplica el modelo a las características nacionales. Explicaron que es necesario reinterpretar la escuela como una comunidad de aprendizaje, donde todos aprenden, no solo los estudiantes. Agregó que el foco está puesto en los alumnos; hay una distribución del liderazgo y un cambio en la forma de relacionarse, de la mano con las nuevas formas de hacer las cosas. Además se define un Plan Personal de Estudio (PPE) para cada estudiante, el que es responsable de su propio aprendizaje.

“Los padres tienen mucha información acerca de los talentos, los intereses, los hábitos de sus hijos e hijas. No es solo que uno le encargue y lo responsabilice de todo lo que hace el estudiante, sino que éste contribuye con el conocimiento que tiene de él”, observó Paulina Araneda.

Saldo positivo

La evaluación del proceso ha estado a cargo del Centro de Desarrollo Profesional Docente de la Universidad Diego Portales, en cuya representación, Felipe de la Vega y Natalia Salas dieron a conocer resultados de algunas mediciones.

Respecto a la experiencia en el Liceo Bicentenario de Molina, su director Carlos Valderrama expresó que desde la creación de este nuevo establecimiento, el equipo docente estuvo motivado por innovar en metodologías para lograr aprendizajes de calidad. En esta búsqueda, se contactaron con Microsoft Education y con Julio Fontán, en Colombia, creador del sistema que lleva su nombre.

“Terminé de convencerme de las coincidencias. Nosotros buscamos a la Fundación y estamos profundamente agradecidos, porque estaba el equipo docente dispuesto a adoptar el nuevo modelo, pero no teníamos medios económicos para hacerlo. La fundación rápidamente nos generó una respuesta positiva y comenzamos a trabajar en alianza el año 2012”, expresó.

“Hemos tenido buenos resultados, pero no exentos de dificultades, no con el método, sino con problemas de infraestructura”, precisó el director del liceo, establecimiento de 215 alumnos y 15 profesores.

También el seremi de Educación, Rigoberto Espinoza, y la alcaldesa de Molina expresaron juicios positivos coincidentes respecto a esta iniciativa.

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