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Chocolates artesanales, collares, ropa y productos ecológicos ofrecieron los más de 20 emprendimientos estudiantiles que dieron vida a la tradicional Feria Navideña que se instaló a un constado de la ex cacha de rugby del Campus Talca.
La actividad tuvo como principal objetivo apoyar las iniciativas estudiantiles, permitiendo la venta de productos de aquellos estudiantes que tienen un alto interés en el área de emprendimiento. Más que comercializar y exponer sus productos, la feria potencia competencias como la autogestión, proactividad, creatividad y planificación, las cuales son primordiales en la etapa universitaria.
Javiera Montecinos coordinadora de la Dirección de Apoyo a Actividades Estudiantiles de la Vicerrectoría de Desarrollo Estudiantil expresó que “esta actividad busca entregar un espacio a nuestros estudiantes quienes con creatividad y esfuerzo, buscan una alternativa económica, presentar su arte, potenciar sus pymes, etc. La Feria Navideña también se replicó en el campus Curicó, donde los estudiantes comercializaron sus productos a la comunidad universitaria, llenando de colores y alegría el Campus. Nuestros estudiantes tienen ingenio y espíritu emprendedor, es por ello que consideramos que es muy importante entregar espacios en nuestra Universidad para que puedan desarrollarse”.
La feria presentó 21 stands, los cuales ofrecían productos comestibles, decorativos y artesanales. Junto con esto, se instalaron dos food truck y hubo música entretenida que atrajo a los jóvenes a participar de la actividad.
Carlos Hernández, estudiante de medicina y vendedor de poleras de súper héroes y metálicos armables de Starwars dijo que “la feria me sirve para generar ingresos y, de paso, traigo algo más del mundo nerds a Talca. Que este tipo de espacios me los de mi propia Universidad lo encuentro muy bueno porque, de esta manera, nuestras pymes estudiantiles se pueden desarrollar y dar a conocer dentro de la U”.
La alumna de Ingeniería Comercial, Francisca Sánchez ofreció ropa customizada y reciclada. Ella también se mostró muy contenta y agradecida. “Creo que esta oportunidad es muy buena, en mi caso ofrezco collares y accesorios realizados con trapillo o sobras de género y llaman mucho la atención. Ojalá estas oportunidades se dieran más veces durante el año, a nosotros nos gusta mucho lo que hacemos y estas ferias nos dan a conocer y, si se repitieran, aportarían aún más de lo que ya aportan”, expresó.
