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La poeta Carmen Berenguer participó en un nuevo Conversatorio Cultural

La poeta, cronista y artista visual chilena, Carmen Berenguer, conversó con el periodista José Tomás Labarthe sobre sus inicios en la escritura, sus años de juventud conviviendo con la dictadura, su posición contestataria ante la vida y su lucha contra la discriminación de parte de las clases sociales y de sus pares hombres. Todo esto en el marco del Ciclo de Conversatorios Culturales organizador por la Universidad de Talca, a través de la Dirección de Extensión Cultural – Artística y la Editorial.

Carmen Berenguer inició leyendo algunos de sus poemas y enseguida confidenciar una inquietud de infancia. “Mi segundo nombre es Emperatriz y en el colegio por eso me molestaban. Yo era pobre y la gente no podía creer que tuviese ese nombre con tanta fuerza. Chile es un país bastante clasista y racista, cada vez lo somos más. Bueno, luego en mi juventud y con mi carácter siempre contestatario y rechazando el sistema que estábamos viviendo en ese tiempo, siempre me cargó la hipocresía. Una cosa que yo no podía tolerar era la mojigatería y sobretodo en las mujeres. Cuando era joven yo decía ‘se hace la lesa, dice una cosa pero hace otra’. Eso yo lo combatía”, explicó.

Pertenece al grupo de poetas que irrumpió en la literatura en los años 1980, en plena dictadura. Miembro activo de la bohemia de esos tiempos. También era íntima de las Yeguas del Apocalipsis, el irreverente dúo formado por Francisco Casas y Pedro Lemebel.

Fue en esos años que Berenguer se convirtió en un personaje ineludible del paisaje poético chileno al publicar tres obras “Bobby Sands desfallece en el muro” (1983), “Huellas de siglo” (1986) y” A media asta” (1988).

Carmen Berenguer fue reconocida con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, la segunda mujer y única chilena que ha ganado este galardón, y con su nominación al Nacional de Literatura.

Con respecto a la jornada vivida en el Centro de Extensión de la Universidad de Talca, comentó que “me llamó la atención la gran cantidad de público joven y la mayoría mujeres lo cual está muy bien. Con estos fríos que atentan el salir de la calidad del hogar, el estar conversando con la gente me parece fantástico. Yo lo admiro, lo encuentro maravilloso, creo que la Universidad de Talca se está sacando los zapatos porque es una de las pocas universidades que hace esto. Es un gran logro que estén tan al día literariamente y que nosotros podamos venir, conversar y sentir que hay algo recíproco. A mí me parece muy bien”, finalizó.