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Durante el último verano, alrededor de 200 niños acamparon en la precordillera maulina, como parte de una jornada de excursión de un grupo scout de Talca. Disfrutaron dos semanas en un hermoso entorno natural, acompañados del sonido incesante de unos particulares vecinos: cientos de loros tricahue, que habitan en un acantilado cercano.
Esos niños, como muchos de nosotros en algún momento, han tenido el privilegio de disfrutar de la presencia de esta especie en su hábitat, que es parte importante del patrimonio natural y cultural de la Región del Maule, y símbolo de esta tierra y sus parajes. Pero “el caturro”, que es también símbolo de nuestra Casa de Estudios, sigue amenazado.
Después de algunos años en peligro de extinción, conforme a la clasificación de los organismos a cargo del tema, el “Loro Barranquero”, se encuentra en situación de vulnerabilidad, por lo que sigue vigente la impostergable tarea de protegerlo.
Fue justamente con el propósito de asegurar la preservación del loro tricahue, que la Universidad de Talca suscribió un convenio con la empresa Colbún S.A. y el criadero Chicureo, que permitirá instalar un centro de reproducción en cautiverio de esta especie amenazada.
La firma del convenio se realizó en el Centro de Extensión “Pedro Olmos” de la Universidad de Talca y fue suscrito por el rector Álvaro Rojas, Bernardo Larraín, gerente general de Colbún y Francisco Matte, gerente del criadero Chicureo.
Compromiso
La participación de nuestra Casa de Estudios obedece al compromiso de la Institución con el medio ambiente y su responsabilidad social de apoyar iniciativas destinadas a preservar una especie que ha estado en riesgo de desaparecer.
Según el rector Álvaro Rojas, “la Universidad de Talca piensa y trabaja con mirada amplia y comparte la responsabilidad social de preservar esta especie, que no sólo es importante para el patrimonio natural del país, sino también, muy especialmente, para la Región del Maule. Se trata, además, de un ave que tiene relación con la Universidad de Talca. La semana “mechona” aquí, se llamaba caturra, en honor al loro tricahue, algo que ha ido desapareciendo en los últimos años. Pero ahora, a partir de este proyecto, queremos que tenga mucha más fuerza. Es un símbolo para la Universidad de Talca, lo tenemos presente en nuestra vida universitaria, en la memoria de nuestros estudiantes, que son también muy responsables a la hora de velar por el patrimonio natural de nuestro país”, sostuvo el rector.
En Panguilemo
El proyecto posibilitará contar con un centro para reproducir aves en cautiverio, entre 2011 y 2012.
Se instalará en un sector de la Estación Experimental Panguilemo de la Universidad de Talca y su diseño y construcción estará a cargo del criadero Chicureo, que proveerá las parejas de loro tricahue y ejercerá la supervisión técnica.
Para este objetivo, Colbún financiará la construcción y operación del centro de reproducción.
Para Pedro Vial, director de Asuntos Públicos de Colbún en el Maule, “este proyecto se enmarca dentro del constante compromiso de la empresa con la comunidad talquina y el desarrollo armónico con su entorno social y natural”.
A imagen y semejanza
El centro será habilitado con la idea de que el lugar recree los barrancos donde las aves anidan.
En una segunda etapa, se contempla la inserción de los nuevos ejemplares en su hábitat natural, según explicó el vicerrector de Innovación, Desarrollo y Transferencia Tecnológica, Yerko Moreno.
“Consiste en una copia de un acantilado como los que hay a la orilla del río Maule, con barro, y una infraestructura de adobe para que asemeje el hábitat natural y los loros puedan anidar ahí”, precisó.
El Cyanoliseus Patagonus Bloxami
El loro tricahue, de colorido plumaje, habita en sectores precordilleranos entre las regiones de Atacama y Bío Bío. En la Región del Maule, se distinguen seis colonias principales, cuyas poblaciones son monitoreadas todos los años por la Corporación Nacional Forestal (CONAF).
Datos del censo 2009, realizado en las colonias de Río Claro, Maule, Melado y Achibueno, arrojaron un total de mil 205 ejemplares. En 2008, se estableció la existencia de dos mil 38 individuos.
A su vez, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) clasifica la especie dentro de una densidad poblacional reducida, en peligro de extinción para la zona centro y sur del país, y destaca su condición de benéfica para la mantención de ecosistemas naturales.
