Obras de paisajes, desnudos y recuerdos

15 Mayo 2015

Tres propuestas artísticas con distintas expresiones plásticas es lo que ofrecen al público las exposiciones simultáneas que la Dirección de Extensión de nuestra Universidad presenta en la Casa Central en Talca, hasta el próximo 7 de junio.

En la gran sala se exhibe “Espacio privado: el desnudo en la pintura chilena”, una selección de 23 óleos de destacados pintores chilenos. Las creaciones fueron realizadas mayoritariamente durante el siglo XX. Algunos autores son Pedro Luna, Abelardo Bustamante, Manuel Gómez Hassan, Andrés Madariaga, Julio Ortiz de Zárate y Carmen Aldunate.

Todos estos cuadros pertenecen a la Pinacoteca de la Universidad de Concepción y fueron facilitados a nuestra Casa de Estudios para exhibirlos al público maulino.

En la sala “Giulio di Girolamo”, Claudia Molina, una joven ingeniera quien descubrió hace ocho años su vocación artística, presenta su exposición “De lo imaginario a lo real”, un viaje imaginario —a través de la pintura— hacia escenas y lugares citadinos y hacia el paisaje que caracteriza a diversas regiones del país.

“Siento que hay ciertas temáticas que nos llegan como ciudadanos, entonces trato de reflejar la inquietud, la vivencia y la dignidad de las personas. Por ejemplo, en el retrato Transantiago. A mí eso me conmueve, porque también soy peatón y así uno lo vive y lo siente”, comentó.

También muchas imágenes de nuestro “Chile querido” —como dice esta pintora— se observan a través de sus creaciones, como los palafitos y las mingas de Chiloé. “Es realzar todo lo nuestro y que nos dé cierto carácter de identidad”, manifestó.

La sala “Abate Molina” concentra un conjunto de obras de la artista peruana Katia Landauro, en las cuales con técnica mixta y gran colorido, aborda temáticas motivadas por los recuerdos o los sueños, con presencia de elementos lúdicos que evocan la niñez.

Pintura y música

El público de diversas edades que participó en la inauguración de la muestra, se sorprendió gratamente por el “diálogo” entre los cuadros y el repertorio del Coro de la Universidad de Talca, dirigido por René Peñaloza —primo de la pintora—, quien rememoró canciones de la infancia e hizo participar a los espectadores.

Katia Landauro dijo que la alusión a juegos como los del trompo, luche y volantín, que se aprecian en sus obras, junto a las rondas interpretadas por el coro, constituyen una forma de resaltar tales entretenimientos que han sido desplazados por la tecnología.

La directora de Extensión de nuestra Universidad, Marcela Albornoz, también se refirió a la conjunción de música y pintura que creó un ambiente grato. “El coro le dio una chispa especial a esta ocasión. En realidad la música siempre tiene una presencia notable en una ceremonia como ésta y la gente estaba feliz”, expresó.

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