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“Para escribir poesía hay que sentir una pasión”

La desesperación fue lo que llevó a Raúl Zurita a dedicarse a la poesía. Desesperación por traspasar al papel los avasalladores sentimientos que lo invadían en medio de una cesantía que parecía no tener fin y una dictadura que se imponía en el país.

“Para mí la poesía significó la salvación”, confesó el Premio Nacional de Literatura (2000) durante su participación en el Conversatorio Cultural, organizado por la Dirección de Extensión en el Campus Santiago.

Durante el encuentro con estudiantes del plantel, Zurita habló de su infancia, su paso por la Universidad Técnica Federico Santa María de Valparaíso, donde egresó como Ingeniero Civil en Estructuras. Y luego las circunstancias que lo llevaron a hacer de las letras su método de subsistencia. Desde esa perspectiva, el vate analizó las implicancias del proceso creativo y entregó algunos consejos a quienes sientan la inclinación por incursionar en ellas.

“Para escribir poesía hay que sentir una pasión que es más fuerte, sentir una pasión tal que te dedicas a escribir poemas o prefieres estar muerto. Si sientes eso dedícate a escribir poesía, si no, por favor, hay millones de otras cosas que son fantásticas”, dijo.

Agregó que la poesía es una guerra permanente entre quien escribe y la lengua, batalla en la cual hay solo un ganador. “Si es un gran poema es porque ganó el lenguaje, los malos poemas son siempre cuando gana el que escribe”, aseveró.

Por lo anterior, el creador señaló que es fundamental que quien tome ese camino se dedique a estudiar y leer a los grandes autores. “Si quieren escribir deben también sentir la pasión por leer, son cosas que van pegadas”, expresó.

El escritor sostuvo que es fundamental abrir los sentidos a todo tipo de expresiones. “Los jóvenes aprenderán de lo que leen, pero también de lo que escuchan, de lo que sienten, de lo que miran, todo entra. Entonces, es importante ver museos, películas, estar atento a la calle, a la vida, pero al mismo tiempo estudiar. Yo no creo en la poesía que nace de la poesía, sin estudiar no hay ninguna posibilidad”, dijo.

En este contexto, Zurita sostuvo que las nuevas generaciones tienen una creatividad de la cual no son conscientes. “Los jóvenes de hoy son mucho más poetas de lo que ellos mismos saben. No lo demuestran, pero son tremendamente creativos. Yo veo las marchas estudiantiles, a mis alumnos, y me parece que son fantásticos, que es nuestra mirada de viejo la que nos hace abrigar temores sobre la nueva juventud”, aseveró.

Sobre esa base hizo un positivo diagnóstico. “Estoy muy optimista respecto a los jóvenes y más todavía ahora. Entonces que escuchen, que escriban, que lo hagan porque sin duda que es algo enriquecedor”, enfatizó.

Perdón

A lo largo del diálogo, Zurita —quien fue víctima de torturas durante la dictadura militar— también se dio tiempo para analizar acontecimientos recientes del ámbito nacional, entre éstos, las solicitudes de perdón surgidas desde diversos sectores por sus actuaciones u omisiones en esos años. “No les doy ningún significado, ninguno”, aseguró categórico.

“Me parece que es la diferencia entre un reality show y un poema. Me parecen gestos absolutamente frívolos, hipócritas, mentirosos y acomodaticios, casi un espectáculo vergonzante. O sea, si le has hecho un daño a alguien y con eso le destruyes la vida, o sea es un abismo, es una cosa desgarradora, entonces pides perdón y lloras porque te perdonen, casi como las canciones mexicanas donde el tipo deja a la mujer y después vuelve para que lo perdonen. O no pidas nada, si en el fondo no te importa”, profundizó.

En ese mismo sentido, cuestionó a quienes insisten en “dar vuelta la página” haciendo reiterados llamados para “mirar hacia el futuro y no al pasado”.

“Eso es peor que el perdón todavía, porque la historia ha demostrado hasta el cansancio que los crímenes no se tapan con la alfombra, que reviven, reviven y reviven. Eso lo sabemos desde la tragedia griega, o sea, nunca cesan de aparecer aunque se hayan cometido hace mil años”, indicó.