Noticias

Salida de niños: psicólogas plantean consejos para los padres

Es importante que los padres no presionen a los menores para concretar los paseos.

Hoy comienza a regir la autorización para que niños y niñas puedan salir de paseo y dar así un respiro al confinamiento que muchos enfrentan desde marzo. Explicar lo que está sucediendo, mantener las medidas sanitarias preventivas y flexibilizar las rutinas son algunas de las recomendaciones que entregan psicólogas de la Universidad de Talca para que los padres puedan concretar esta medida junto a sus hijos.

Para la académica del área clínica de la Facultad de Psicología, Natalia Uribe, es necesario asumir que se está ante un contexto diferente. A raíz de ello – planteó- las respuestas emocionales como es el miedo, la ansiedad o quizás la inseguridad sean conductas esperables y normales considerando en el contexto que estamos viviendo en Chile y el mundo.

Sostuvo que, como adultos, hay que tener una actitud de calma, tranquilidad y de contención, pero sobre todo de respeto a aquellas respuestas emocionales más displacenteras que presenten los menores. “No nos olvidemos que las necesidades que pueda presentar un adulto no siempre son idénticas o iguales a las de nuestros niños y niñas. Por eso no tenemos que asumir que quizás la salida o este inicio de desconfinamiento será una propuesta o una invitación muchas veces agradable. Lo recomendable es que planteemos estas primeras salidas como una invitación y no como imposición”, explicó.

La profesional enfatizó que “si existe alguna negativa o algún tipo de inseguridad por parte de ellos y ellas, debemos escuchar, estar atentos, preguntar cuál puede ser el motivo de aquella negativa y por supuesto respetar esa decisión para en una próxima oportunidad invitarlos a esta próxima salida”.

Una de las estrategias que también sirve para poder potenciar la seguridad y la tranquilidad de los niños y niñas en este proceso de desconfinamiento es planificar en conjunto las actividades y el recorrido que se va a realizar. “De esta forma se sentirán mucho más tranquilos y por supuesto más partícipes, más motivados y seguros. Tampoco nos olvidemos que los adultos tenemos que ser muy claros en relación con los resguardos sanitarios durante la salida y por supuesto a la llegada al hogar”, agregó.

Consecuencias y beneficios

En tanto, la profesional del Centro de Psicología Aplicada (CEPA), Carolina Villagrán, advirtió que los niños y niñas absorben las incertidumbres del entorno y muchas veces no comprenden con exactitud lo que está pasando a nivel mundial, “no obstante perciben que de un día para otro su realidad cambió, dejaron de ver a sus amigos, profesores, familiares y se tuvieron adaptar a nuevos escenarios, como por ejemplo, tener clases y hacer tareas desde casa, ver a sus padres trabajar gran parte del día, asimilar que su cumpleaños sea sin festejos y no poder salir a jugar fuera”.
Añadió que “la cuarentena y la situación de encierro a su vez reprime los impulsos de movimiento y exploración típica en los niños y niñas, desencadenando sintomatología ansiosa, cambios de humor, como estar más tristes, irritables, enojados sin un motivo claro o mostrarse más demandante con sus padres. En otros casos se puede vislumbrar alteraciones del sueño, alimentación o conductas regresivas, como orinarse en la cama”.

La condición de desconfinamiento tendrá repercusiones favorables para la salud mental de los niños y niñas, dice Villagrán, ya que bajarán sus niveles de ansiedad e irritabilidad producto del encierro y los espacios reducidos. “Facilitará el desarrollo de actividad física que incide en la regulación de sus estados anímicos e inclusive el desgaste de energía favorece directamente en su descanso, lo que provocará que al día siguiente tenga una mayor disposición para sus actividades cotidianas”, sostuvo.

La psicóloga hizo una serie de recomendaciones para que los padres o tutores aborden con los niños las restricciones que se mantienen en sus salidas. Agregó que es de suma relevancia explicarles la etapa de desconfinamiento que se llevará acabo; así también comentarles que se podrá salir sólo tres días de la semana; mencionar que será en horarios y tiempos determinados; explicarles que el tiempo de salida no es para ir de compras o visitar a alguien, sino para estar al aire libre; comentar que es obligatorio usar la mascarilla en todo momento; sugerir llevar sólo un juguete favorito y mencionar que al volver a casa debemos lavarnos las manos, ducharnos y cambiar nuestra ropa.

Evitar el estrés

Catherine Neira, psicóloga clínica del CEPA, manifestó que las medidas de resguardo que las personas han tenido que adoptar han tenido, indudablemente, un impacto en todas las familias, lo que pudiera afectar la salud mental. Si bien dependerá de variables, como las condiciones en las cuales se vive el confinamiento, el contexto social y laboral, el apoyo y las redes familiares y las características personales, entre otras, es “probable que gran parte de la población esté experimentando las consecuencias de vivir un largo periodo de encierro, como los son, el agotamiento físico y mental, desgano, irritabilidad, tristeza o decaimiento, preocupación, sentimientos de soledad, extrañar o añorar pasar tiempo con sus seres queridos y temor. Reacciones naturales ante un periodo que ha requerido de una gran adaptación por parte de todas las personas”.

Considerando que el estado anímico de uno de los miembros impacta e involucra a todo el sistema familiar, manifestó que “evidentemente, el que niños y niñas puedan disponer de espacios recreativos y de distinción a partir esta reciente medida, podría ser beneficioso tanto para ellos como para sus padres. No obstante, es importante considerar y cuidar que esta medida no se convierta en un factor de estrés adicional para aquellos cuidadores que, a propósito de las múltiples exigencias de la actualidad, no disponen del tiempo o redes de apoyo para acompañar a sus niños, así mismo, que esta medida se ejecute con los resguardos a modo que no se vea expuesta la salud de las personas”.

Respecto de las recomendaciones a los padres, la profesional dijo que es necesario aceptar las emociones tanto propias como de los demás miembros de la familia, mantener el buen trato y momentos de calidad con los niños y niñas, flexibilidad ante las rutinas, y dentro de lo posible, disponer de espacios o momentos personales de autocuidado, entre otras.