Tras firma de acuerdo Campus Santiago reinicia actividades

11 Julio 2018

Diecisiete puntos contempla el acuerdo firmado entre las autoridades de la Universidad de Talca y estudiantes del Campus Santiago, con el que se puso fin a la toma del plantel que se inició el miércoles 20 de junio.

El documento fue firmado por el rector de la Corporación, Álvaro Rojas, y los presidentes de los Centros de Estudiantes de las carreras de Administración Pública, Marcela Bazán; Ingeniería Comercial, Gabriela Olea; Auditoría e Ingeniería en Control de Gestión, Jorge Ulloa; en representación de Derecho, Marioly Hernández; y Estefanía Campos, integrante de la mesa ejecutiva de la Secretaría de Sexualidad y Género (Segegen).

El texto comienza señalando que “recoge las demandas estudiantiles expresadas en el petitorio feminista entregado a las autoridades de la Universidad. Luego del sano intercambio de ideas y de una reflexión profunda sobre la agenda de género que hemos decidido abordar, académicos y estudiantes acordamos un plan de trabajo común con decisiones de corto, mediano y largo plazo”.

“Estamos convencidos de que con este diálogo avanzamos en la línea correcta, y que entregamos una mejor Universidad en lo que igualdad de género se refiere”, agrega el documento.

Ante los estudiantes, académicos y funcionarios que asistieron a la firma del documento en el auditorio del plantel, que tras una reunión de la asamblea de alumnos fue entregado el martes 10 de julio, el rector destacó que este acuerdo “nos va a permitir tener una mejor universidad”.

“Hemos podido entender, captar y dar curso a un conjunto de demandas que, obviamente, en la constitución de la Universidad no estaban presentes. Creo que la sensibilidad de los estudiantes siempre es significativa para lo que la Universidad haga, ya que somos una comunidad y estamos al mismo lado”, afirmó.

La autoridad expresó que lo ocurrido tanto en el campus como en la universidad, no es distinto de lo experimentado en el país en los últimos meses.

“Nuestra sociedad está conflictuada con muchos temas de la modernidad, de la globalización, de las migraciones, del cambio climático, en fin, problemáticas que están ocurriendo hoy en el mundo y que obviamente no siempre encuentran expresión clara en la dinámica social. Por eso, el rol de las universidades públicas es acoger estas demandas y discutirlas, idealmente no sobre la base de una toma que a veces vulnera el derecho de trabajar y estudiar de otras personas; para buscar acuerdos y nuevos equilibrios y transferirlos luego, a la comunidad”, afirmó.

Por su parte, Estefanía Campos señaló que para los estudiantes “firmar este acuerdo significó un avance importante en materia de igualdad de género, y también para construir una universidad más segura para las compañeras y compañeros. Lo valoramos con mucha esperanza para que se cumplan todos los compromisos, algunos de los cuales son a corto y otros a largo plazo, pero tenemos toda la disposición a trabajar y avanzar en esta materia”.

A su vez, Marcela Bazán indicó que “no nos podemos ver como opuestos, sino que tenemos que estar a la par y tenemos que tener la capacidad de sacar adelante la Universidad, nuestra sociedad, y entregar todos los desafíos que se nos vengan y eso va a ser siempre a través del trabajo, del diálogo y, básicamente, del trabajo en equipo”.

ACUERDO

En lo medular, los puntos que contempla el acuerdo abarcan la reforma al protocolo de violencia de género de la Universidad; la transformación de la educación hacia enfoque inclusivo; fiscalización de utilización de lenguaje no sexista; no discriminación en evaluaciones; equilibrio de género en bibliografía; capacitaciones triestamentales; evaluaciones docentes; un registro en el cual todos los nuevos funcionarios y académicos deberán declarar que no han sido sancionados por alguna conducta sujeta al protocolo.

Igualmente, se incorporará una cláusula en los contratos a honorarios que establece que todos los trabajadores quedan sujetos a los códigos de conducta que fije la Corporación, lo que se aplicará desde el segundo semestre de 2018.

En cuanto a los estudiantes, se revisaron los beneficios para padres y madres que estudian; medidas para resguardar la seguridad del alumnado; la adopción de medidas dirigidas a promover la inclusión e infraestructura para disidencias funcionales, como, por ejemplo, la aceptación de nombre social; la implementación de pruebas de salud como el VIH o el PAP, y el desarrollo de operativos y campañas de preventivas.

También se estableció dejar el bloque 4 (de 13:10 a 14:10 horas) como horario protegido para el Campus Santa Elena con el objetivo de realizar actividades de educación no sexista, inclusión y género; acortar las brechas salariales a nivel institucional; y trabajar por una mayor presencia de profesores de planta.

El último punto establece una marcha blanca que va desde el lunes 9 de julio hasta el viernes 20 de julio (10 días hábiles), período en cada carrera planificará las actividades académicas de acuerdo a sus particularidades y necesidades. El acuerdo indica el 22 de agosto como fin de primer semestre y el 9 de enero como fecha de término para el segundo.

Compartir
keyboard_arrow_up