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“Un escritor se hace solo, en la perseverancia”

Sobre la literatura chilena actual, el oficio de escribir y su participación en talleres literarios, habló la destacada escritora chilena, de prestigio internacional, Diamela Eltit, en el diálogo que sobre su obra se realizó en la sala “Emma Jauch” del Centro de Extensión “Pedro Olmos”.

Numeroso público llegó a escuchar las opiniones de Eltit, en el segundo “Conversatorio Cultural”, conducido por Marcela Albornoz, directora de Extensión y de la Editorial de la Universidad de Talca. Eltit, ha publicado 18 libros, el último de éstos, la novela “Fuerzas especiales”, fue publicada en 2013, por Seix Barral, en Santiago.

Su producción literaria se ha convertido en un espacio para la reflexión sobre la sociedad chilena, y tuvo especial relevancia durante los años de la dictadura. Ha recibido varios galardones, uno de los cuales es el Premio Iberoamericano de Letras “José Donoso” 2010, que le confirió la Universidad de Talca.

Diamela Eltit estudió literatura en la Universidad de Chile y realizó un postgrado en la Universidad Católica. Además de escribir, es profesora en la Universidad Tecnológica Metropolitana, es docente visitante en la Universidad de Nueva York y próximamente dictará una cátedra en la Universidad de Cambridge, Inglaterra.

“La escritura es un trabajo muy personal, artesanal y solitario, que luego pasa al espacio público, pero mi relación con este espacio es acotado; yo soy de audiencias restringidas donde me siento más cómoda”, confesó. Con gran modestia comentó también que no le gusta sobredimensionar su calidad de escritora, y solo lo recuerda “cuando me lo señalan, en ocasiones como ésta”.

Sobre su creación en el tiempo de la dictadura, manifestó que “fue un periodo inenarrable porque uno se queda corto”, por lo violento y nefasto. “Eran los tiempos en que escribía con un censor al lado, pero nunca para el censor”, dijo al recordar que su primera novela “Lumpérica”, apareció en 1983, después de ser autorizada por el subsecretario del Interior de la época.

Asimismo, habló de cómo trabaja el tiempo, la complejidad y densidad de los personajes en su narrativa. Comentó también que “escritura llama a escritura”, lo que implica comenzar a escribir y dejarse llevar, sin saber qué vendrá en la página siguiente ni tampoco al final del libro. “Lo literario me suspende la vida, de lo rutinario, y entro en un territorio que es una forma de privilegio y también un espacio de libertad”, añadió.

Diamela Eltit, quien tiene una trayectoria de 30 años en realización de talleres literarios, descartó que un escritor se pueda formar en este tipo de espacios. “Un escritor nace solo, se hace sobre todo en la perseverancia”, dijo. Sobre lo mismo, afirmó que ella dirige los talleres, sino que es “acompañante de escritura”.

Por otra parte, expresó que la literatura chilena actual es poderosa y poblada y ha habido una democratización del libro en relación a los costos, que se han abaratado producto de una proliferación de editoriales independientes.