Encuentro reunió varias generaciones de rugbistas utalinos

De cara a la conmemoración de los 50 años de la fundación de la disciplina en la Universidad de Talca, se realizó el III Encuentro Familiar de Rugby, evento que reunió a más de 200 personas -entre ellas distintas generaciones de deportistas- con el objetivo de promover y fortalecer el sentido de pertenencia entre quienes se formaron en la Casa de Estudios y sus actuales estudiantes.

El jefe de Alumni e Inserción Laboral de la UTalca, Francisco Honorato, destacó que el evento, que se realizó en la cancha del Campus Lircay, “permite que nuestras y nuestros titulados y graduados se mantengan conectados con la universidad, con sus familias, y con quienes hoy integran la selección de rugby”.

Por su parte, quien durante más de una década participó del equipo y participó en la organización de este III Encuentro, el ingeniero comercial, Luis Suazo Toro, subrayó el rol de los alumni como motor del desarrollo deportivo.

“La hermandad que formamos en los viajes y partidos sigue viva. Alumni ha sido la llave para impulsar este encuentro entre los veteranos y la nueva generación, que sirve de espacio para fortalecer las redes y el compartir aprendizajes. Como titulados de esta universidad, siempre estaremos para apoyar al club y a la institución”, expresó.

La actividad familiar incluyó la clínica infantil “T1 Rugby”, donde niños y niñas recibieron indicaciones sobre calentamientos previos, posiciones defensivas y técnicas para tomar el balón.

Christopher Pacheco, jugador de Rugby de Molina y entrenador del club infantil Escorpiones, asistió con su familia y valoró el enfoque formativo de la jornada. “El rugby es un deporte de valores. Sumar a las familias y dar oportunidades de aprendizaje a los pequeños es clave para cultivar compañerismo y solidaridad”, detalló.

Posteriormente se realizó una clínica de pre-entrenamiento dirigida a seleccionados del equipo UTalca, dictada por el seleccionado nacional Javier Carrasco, quien les enseñó métodos de preparación y técnicas utilizadas en el alto rendimiento.

Carrasco, quien también firmó autógrafos a los más pequeños, valoró la energía de los participantes y el rol de la universidad. “Lo que veo aquí es motivación y movimiento. La familia y la comunidad son el jugador número 16, fundamentales para el crecimiento deportivo”, señaló. Además, destacó la importancia de la resiliencia y el trabajo duro para compatibilizar estudios, vida y deporte.

La jornada continuó con un partido Seven entre seleccionados del equipo universitario. Para el estudiante de Ingeniería Civil Eléctrica, Marco Muñoz, compartir con un seleccionado nacional fue “una experiencia gratificante y enriquecedora” que refuerza que el rugby “somos más que un equipo, somos una familia”. Asimismo, subrayó la necesidad de seguir recibiendo apoyo para competir a nivel nacional y representar a la universidad “en lo más alto”.

Uno de los momentos más significativos fue la presencia del exdirector de Deportes de la Universidad de Talca y fundador del primer club de rugby universitario, Héctor Herrera Flores. Recordó que impulsar la disciplina en los años ochenta fue un desafío en una región donde casi nadie conocía el deporte, valoró el respaldo de las autoridades que permitió construir la primera cancha, y expresó su emoción por regresar a la institución después de 35 años, destacando que el encuentro confirma el crecimiento del rugby en la universidad.

El encuentro familiar culminó con un partido senior entre los Alumni y deportistas regionales de Old Maule entre los Alumnis. Para Rodrigo Baeza Vargas, titulado de Agronomía, exjugador y parte del equipo organizador, este tipo de actividades no solo fortalecen la tradición del rugby universitario, sino que permiten proyectarla hacia el futuro. Destacó que la jornada visibiliza los valores de la disciplina, fomenta la relación entre distintas generaciones y refuerza el vínculo entre la comunidad universitaria, titulados y familias.